Cocinar en familia

El ritmo de vida tan apresurado que se vive actualmente puede dejar pocos espacios para la convivencia familiar. Convertir la hora de cocinar en un actividad que involucre a todos los miembros del hogar es quizá una de las maneras más efectivas de contrarrestar la situación.

Los alimentos son esenciales en la vida de las personas, por ello, se les ha dado diferentes connotaciones tanto, culturales como sociales y de salud. En muchas partes del mundo la comida forma parte de la idiosincrasia de los pueblos tomando en cuenta la situación geográfica y las condiciones climáticas, siendo estas características las que establecieron las necesidades para la elaboración y creación de sus comidas típicas.

Socialmente, la comida también se hace presente; no importa cuál sea el motivo de la reunión, no pueden faltar desde los bocadillo hasta los platos sofisticados acompañados de postres y sus respectivas bebidas, claro está, todo de acuerdo a la ocasión, bien se dice: “de la vista nace el amor”, y sería acertado agregar que también el apetito.

UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS

A través de la historia se ha estigmatizado a la figura femenina como ama y señora de la cocina, situación que en la actualidad ya no es aplicable. Además de que el rol de la mujer ha cambiado de tal forma que sus horarios de estar en casa ya no son los mismos que antaño, y por lo tanto ya no es posible que esté siempre metida en la cocina, la figura masculina ha venido destacando notoriamente en esta tarea del hogar, demostrando capacidades extraordinarias, al igual que las féminas.

Resulta agradable ver que los hombres de la casa se involucran en la preparación de los platillos y la organización de uno de los momentos más agradables que pueda pasar una familia en el hogar, pues es una muestra de evolución de la identidad masculina hacia un modelo más equitativo y de corresponsabilidad entre hombres y mujeres.

Y ya en el tema de la responsabilidad, también es tarea de todos los miembros que estén en edad de hacerlo cooperar con la funcionalidad de las actividades cotidianas.

FOMENTAR BUENOS HÁBITOS

En el área de la salud pública y privada el tema de la comida no es menos importante, el deber de los hospitales es cuidar la alimentación de los enfermos y por otro lado, las consultas a los nutriólogos han aumentado a pasos agigantados. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la obesidad, la bulimia y la anorexia como trastornos de alimentación y, por supuesto, el tema estético, son situaciones en donde el cuidado de la alimentación es prioritario.

En lo cotidiano, en el hogar, el refrigerador y la alacena son los custodios de los alimentos con los que cada familia prefiere o decide alimentarse y nutrirse. Las horas del desayuno, comida y cena son una excelente oportunidad para convivir con la familia y se convierten en el modelaje a través del placer de comer, de la importancia que tiene comer de forma equilibrada y saludable.

Elaborar los platillos preferidos en equipo familiar suele ser un momento incomparable para compartir el día a día con los hijos, la pareja o, dependiendo de los integrantes de la familia, hacer planes, organizar actividades, expresar lo que preocupa, comentar temas amenos, de interés común y aumentar el acervo cultural, en fin, el plus para ir perfeccionando la comunicación y el interés personal.

Otra ventaja de cocinar en familia es el aprendizaje del consumo balanceado de los alimentos, esos momentos pueden ser aprovechados para conocer las propiedades y el valor nutricional de alimentos y productos, las ventajas y desventajas de usar uno u otro.

Realizar juntos esta actividad también puede servir para aprender a escoger, decidir y comprar los alimentos involucrando a todos los miembros para inculcarles nociones elementales sobre la administración del de presupuesto familiar y el valor de la alimentación.

No hay pretexto para no cocinar en familia. No se tiene que ser un experto en gastronomía, hoy en día están a la distancia de un click miles de recetas y videos tutoriales que nos enseñan paso a paso a preparar platillos, postres, bebidas y todo un mundo de alimentos acorde con los gustos y necesidades de cada persona. Aparte nunca está de más atreverse a experimentar y a crear opciones de platillos, hacer conscientes a todos los miembros acerca de la importancia que tiene esto para la salud, fomenta además la convivencia.

Será conveniente apoyarse en expertos como los nutriólogos y las personas que estén a cargo de tiendas naturistas, para adquirir los mejores productos y preparar los alimentos más adecuados al estilo de vida de cada familia.