Después de más de diez años de inactividad en sus funciones de servicio al prójimo, la orden retoma fuerza y ahora bajo la dirección de Eduardo Murra Farrús
ROCIO RODRÍGUEZ PINEDA
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Un verdadero sentido de la vida es ayudar a nuestros semejantes, se dice que el amar no es sólo expresar afecto, sino también atender a las necesidades, en verdad que el placer está en dar antes que recibir.
Hace más de ocho décadas, un grupo de hombres, entre ellos empresarios y profesionistas laguneros, fundaron en esta ciudad, una orden llamada Los Caballeros de Colón, la cual tuvo una gran importancia por la ayuda que prestaba a la comunidad.
Sin embargo, con el paso de los años fueron en descenso sus actividades hasta casi desaparecer; y ahora resurge con la integración de una nueva generación de jóvenes, quienes al conocer los ideales y valores que representa este movimiento, decidieron retomar el camino.
El pasado mes de junio, esta renovada orden llevó a cabo las votaciones del consejo 2348, ?Juan Agustín de Espinosa?, en la cual Eduardo Murra Farrús fue electo Digno Gran Caballero de Colón, por lo que tomó protesta el primero de julio de dicho cargo, al igual que los demás miembros integrantes de la mesa directiva. Cabe mencionar el grupo es apoyado por un asesor espiritual, el padre Víctor Manuel Gómez Hernández, capellán del templo de San Marcos de esta ciudad.
Comienza la actividad
La solidaridad hacia sus semejantes y principalmente el amor y admiración que sentía por su abuelo don Elías Murra Marcos, quien perteneció a esta orden, inspiró a Eduardo Murra Farrús a indagar qué había sido de los Caballeros de Colón en Torreón.
?Un día ?contó Eduardo-, al buscar ciertos papeles, encontré una membresía que acreditaba a mi abuelito como integrante de la orden, entonces me evoqué, junto a quien era su secretaria de nombre Martita para investigar acerca del grupo y nos enteramos de que aún tenían un edificio en la avenida Morelos 1554 poniente, en donde actualmente están?.
Más tarde se entrevistó con el señor Felipe Galindo, anterior Gran Caballero, quien le informó acerca de la asociación, la cual ya no sesionaba con regularidad y que realmente eran pocos los socios que quedaban.
El interés crecía cada vez más, entonces este joven lagunero platicó con varios conocidos entre ellos, don Bichara Giacomán, quien le expresó al igual que los demás, sus recuerdos positivos del movimiento y eso le inspiró para reactiviar el movimiento.
En unos meses, otras tantas personas comenzaron al igual que Eduardo Murra a interesarse en el movimiento, y al enterarse los Diputados de Distrito de la Orden de Saltillo y Monterrey que habían sido prospectos a ingresar, llegaron a impartir una plática acerca de la labor que realizan. Después, programaron una ?ejemplificación? de los interesados y posteriormente les tomaron protesta como miembros de la orden.
?Lo que me mueve es hacer el bien para alguien más, deseo realizar un proyecto que haga la diferencia en la comunidad, mi satisfacción sería reactivar el grupo y que el edificio funcione en buenas condiciones como en antaño?, agregó Murra Farrús.
Actualmente los Caballeros de Colón, tienen como objetivo juntar 500 mil pesos a partir de esta fecha a noviembre, para poder hacer obras de beneficencia y rehabilitar el inmueble donde sesionan y trabajan.
Entre otros proyectos está el ofrecer ayuda y compañía a Don Miguel Monreal Pérez, un anciano desvalido de la colonia Pancho Villa, para que viva dignamente, pues padece parálisis en la mitad de su cuerpo y anteriormente, sobrevivía en condiciones de insalubridad y hambruna.
Motivar a los niños que residen en las colonias aledañas a la parroquia de San Marcos, forma parte de la agenda de actividades de los Caballeros, quien con único afán de ayudar, desean que estos pequeñines sean personas de bien a través de un plan que les permita cumplir sus metas, por ejemplo a con platicas sobre valores, deberes familiares, respeto hacia los miembros de su familia, puntualidad en la escuela, asistir al catecismo, entre otros muchas; y si las cumplen, de premio se les invitará al cine, ya que desean que los niños contemplen otras oportunidades de crecimiento.
?El programa dura tres meses, lo que queremos es crear la diferencia en éstos 50 niños quienes ?algunos- viven en un ambiente difícil ya que a veces sus padres, no se preocupan por llevarlos a la escuela, entonces, el pequeño puede ver malos hábitos dentro de su familia como el que su papá se tome una caguama o fume mariguana a las nueve de la mañana, estoy seguro que con esta actividad, les abriremos su amor y conciencia ante la vida?.
Entre otros trabajos a realizar, -dijo nuestro entrevistado- es una colecta por los diferentes cruceros de esta ciudad para el seis de noviembre y este mismo mes pero el día 20, llevarán a cabo un bazar en el que la gente podrá encontrar artículos semi-nuevos a precios muy accesibles.
A esta asociación avalada por otros miembros del consejo, la gente puede ingresar, sólo se pide que sean católicos practicantes, no sólo de nombre.
La persona que desee ser Caballero de Colón, además debe interesarse en crear una mejor comunidad dando algo de su tiempo, sin esperar algo a cambio, ?ni las gracias?, enfatizó Eduardo, porque en caso de que no se les den las gracias, la persona va dejar de dar, por ello lo mejor es que no se tengan expectativas al formar un proyecto comunitario.
?Es cierto que la gente siempre va a querer seguridad, una buena urbanización, honestidad de los funcionarios públicos, áreas verdes bien cuidadas, que se erradiquen los robos, entre otros servicios más, pero conformistamente esperan que otros vengan a resolverlos, tal vez como un nuevo gobernante, aquí los que tenemos que solucionar los problemas somos nosotros mismos y es a través de la medida en que cada uno aporte su granito de arena?.
Este grupo no es un club social, -agregó- por lo tanto, el dinero que se logre juntar en ningún momento será utilizado en actos sociales más bien en dignificar al consejo que esta en ruinas, pero en especial se beneficiará a las personas más necesitadas y se crearán nuevos proyectos que eleven el nivel de conciencia entre las personas.
?Lo que para mí es más importante, es que los laguneros se den cuenta que el estado de su comunidad es el reflejo de su participación, por ejemplo es sabido que en Estados Unidos los ciudadanos pertenecen de dos a tres asociaciones comunitarias que buscan crear una mejor y más organizada ciudad. Cuando a los mexicanos nos caiga el veinte de que para lograr tener seguridad y un mejor país, tenemos que involucrarnos en nuestra sociedad y así lograremos que nuestro México sea lo que siempre ha estado destinado a hacer... un país rico, seguro y con valores.
La vida cotidiana, el trabajo y la familia pueden absorber todo tu tiempo y nunca, si no lo eliges, vas a poder crear un espacio para ayudar a tener una mejor entorno?.
Invitó a todos los que deseen integrarse a la asociación, siempre y cuando sean mayores de 18 años, a que acudan los jueves de 20:00 a 20:15 horas al edificio del Consejo, ubicado en avenida Morelos 1554 poniente, o llamar al teléfono 7-32-41-29.
UN POCO DE HISTORIA
Caballeros de Colón es una organización de servicio fraternal familiar católica a nivel mundial, cuyos principios son la caridad, unidad, fraternidad y el patriotismo. Busca fortaleza en la solidaridad y seguridad a través de la unidad de propósito y la devoción a una causa santa: Son defensores de su país, sus familias y su fe.
Fue fundada el 29 de marzo de 1882, por el padre Michael McGivney, sacerdote de la iglesia Santa María de New Haven, en Connecticut, Estados Unidos; quien al ver que los católicos y la iglesia enfrentaban serios problemas, debido a una ola de anticatolicismo y prejuicios étnicos, concibió la idea de formar una organización de católicos muy unidos para apoyarse mutuamente, fortalecer su fe, la vida familiar y ser un firme pilar de apoyo para su comunidad y los más necesitados.
Estos hombres estaban unidos por el ideal de Cristóbal Colón, el descubridor de las Américas, quien trajo el cristianismo al nuevo mundo.
En México, ya desde la época de la caída de Maximiliano, varias ciudades de la República Mexicana, fundaron agrupaciones de acción social cuyos principios y espíritu habrían de ser afines a los de los Caballeros de Colón. Pero al comienzo del siglo XX, con la evolución del ambiente, estos grupos desaparecieron; dejando en la sociedad el recuerdo de sus acciones.
En aquella época, vinieron a México empresarios estadounidenses, entre ellos se encontraba el General Juan B. Frisbie, quien conocía la obra de los Caballeros de Colón en Estados Unidos, e inicio los preparativos para la fundación de la misma en México.
Su institución en Torreón, fue el 12 de febrero de 1922, con el Consejo número 2348 ?Juan Agustín de Espinosa? primer evangelizador jesuita de Parras de la Fuente y Saltillo, Coah. El Consejo Padrino fue el de Monterrey, encabezado por el Gran Caballero (G.C.) Don José Pío Lagüera, quien vino a esta ciudad a tomar protesta a Eduardo Gurza como el primer G.C. del Consejo, quien junto a Gustavo Llamas Escobedo inició la asociación.
Antes, el ser Caballero de Colón era muy importante para los laguneros, significaba honorabilidad, catolicidad y servicio. Se exigía una norma de conducta intachable. En aquel entonces, el Consejo tenía mucho renombre, era gente empresaria y profesionista.
Al principio trabajaban en un edificio rentado sobre la Morelos en el que se realizaban juntas, gestionaban operaciones quirúrgicas, las cuales eran atendidas por médicos integrantes del grupo.
En un lapso de cuatro y cinco años don Antonio Morales Barrena y Mario Villarreal Peña, juntaron donativos para construir un edificio propio para el consejo, tarea que resultó fácil ya que contaban con muchas relaciones, y ya para la década de los 50?s el nuevo inmueble estaba funcionando.
La participación de las damas isabelinas fue muy importante, sesionaban al mismo tiempo que sus esposos, ellas hacían obras de caridad por aparte. Los Escuderos de Colón, varones de 14 a 18 años, hijos de los Caballeros fungían un papel trascendental en la asociación, al tiempo que iban creciendo se les preparaba para ser Caballeros de Colón y a las hijas se le conocía como las Colombinas. Cada uno de estos grupos basaba sus acciones en los mismos principios.
Con los años, la membresía del grupo que llegó a ser de hasta 350 socios, se redujo, tal vez sea porque la gente de la Laguna es muy novedosa y se fueron a otros movimientos; la verdad es que no se supo conservar la dinámica del Consejo, y se fueron quedando menos miembros y con poca iniciativa.
Actualmente, son pocos ya los Caballeros de Colón que vivieron aquélla tan pujante época, entre los que se menciona a don Nicolas Abusamra Cornejo, Salvador Alvarez Díaz, José David Gidi, Roberto García, Antonio Núñez, Raúl Ramírez, Felipe Téllez y Mario Villarreal, el último de ellos quien es socio honorario.
Los nuevos integrantes de esta orden en Torreón, organización sin fines de lucro, esperan lograr sus objetivos por medio de una labor humanitaria que beneficie a sus semejantes, los laguneros.