El gobernador Abbott pidió a los agentes de policía en toda la entidad solidarizarse con su compañero caído. (AP)
Miles de personas, incluido el gobernador texano Greg Abbott y cientos de policías, acudieron hoy al funeral del agente de la Oficina del Sheriff del condado de Harris, Darren Goforth, asesinado en Houston la semana pasada en una gasolinera.
El gobernador Abbott pidió a los agentes de policía en toda la entidad solidarizarse con su compañero caído, encendiendo por un minuto las luces de sus patrullas en punto de las 11:00 horas locales de este viernes, al iniciarse el funeral de Goforth.
Durante el servicio, en la Segunda Iglesia Bautista de Houston, el sheriff del condado de Harris, Ron Hickman, dijo que Goforth, quien murió a los 47 años de edad, tenía una verdadera vocación de servicio, siempre con compasión por la comunidad.
“Fue uno de los buenos, que hizo la diferencia”, dijo Hickman, quien añadió que la muerte del oficial “es una pérdida sufrida por la comunidad”.
Goforth fue asesinado la noche del 28 de agosto pasado por Shannon Milesis, un afroamericano con antecedentes de enfermedad mental, sin que se conozca aún el motivo del homicidio.
La segunda Iglesia Bautista de Houston, una de las más grandes de la ciudad, con capacidad para siete mil personas, se llenó para el servicio, al que acudieron numerosos policías de diversas entidades de Estados Unidos.
La ceremonia concluyó con el disparo de 21 cañonazos a manera de saludo y una procesión de oficiales a caballo, así como con el sobrevuelo de varios helicópteros de la policía.
