“La Barbie” se inició en el tráfico de drogas al lado de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, y con los hermanos Beltrán Leyva se encargaba de la protección a los líderes del cártel y la eliminación de integrantes de organizaciones rivales. (ARCHIVO)
Era muy joven, pero su "habilidad" como negociador y para eliminar a los enemigos del cártel de Sinaloa, convirtió a Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, en el jefe de sicarios de la organización, logrando reclutar entre sus colaboradores a militares, policías y agentes federales.
“La Barbie” se inició en el tráfico de drogas al lado de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, y con los hermanos Beltrán Leyva se encargaba de la protección a los líderes del cártel y la eliminación de integrantes de organizaciones rivales.
Este hombre, originario de Laredo, Texas, desde muy joven se incorporó a las filas del cártel, escalando posiciones. Pasó de ser un simple sicario, al "brazo ejecutor" de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
Es el autor del secuestro, en mayo de 2005, de cuatro sicarios del grupo de Los Zetas, del cártel del Golfo, quienes fueron videograbados durante un interrogatorio, que culmina con la ejecución de un ex militar al servicio de la mafia. Todo para vengar el plagio y la ejecución de su hermano Armando Valdez, quien era uno de sus principales colaboradores.
Aunque este es sólo el último episodio de violencia conocido en la historia criminal de “La Barbie”, que además pone de manifiesto su poder corruptor, al haber reclutado a elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), para perpetrar el secuestro de Los Zetas.
Un informe interno de la Subprocuraduría Especializada en Investigación Delincuencia Organizada (SEIDO), sobre el perfil de este asesino a sueldo, da cuenta de que el narcovideo, la ejecución ante las cámaras de uno de los sicarios, es sólo una más de las órdenes que imparte Valdez Villareal en aras de perpetuar el poder del cártel de Sinaloa.
Los inicios
El informe detalla que "desde su llegada ha destacado por su efectividad para ejecutar. Cobró especial relevancia por su gran número de ejecuciones a favor del cártel de Sinaloa, donde ganó la confianza de ‘El Chapo’, apoyado por Lucio Martínez Manríquez, ‘El Sol’, y Jaime Valdez Martínez", quienes ya eran sicarios de confianza de Joaquín Guzmán Loera.
Los asesinatos que perpetró para el grupo criminal le valieron un ascenso: se convirtió en el jefe de los sicarios que operan en Nuevo Laredo, Tamaulipas, territorio que se disputa su gente con el cártel del Golfo.
Su eficacia como ejecutor, "así como negociador" para corromper y comprar integrantes de diversas corporaciones policiacas, le valieron el puesto de jefe de sicarios de “El Chapo”, una función para la que incluso ha incorporado como "colaboradores" a integrantes de la pandilla Mara Salvatrucha y guerrilleros colombianos, para hacer frente a Los Zetas.
Este jefe del grupo de asesinos conocido como “Los Chachos” o “Chapos” ha reforzado así su fuerza operativa para cumplir la misión de "eliminar a los adversarios que disputan las plazas en el Pacífico, norte y sur del país", detalla el documento de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.
El primer grupo que creó para cumplir con su labor fue el de “Los Negros”, al que se integraron como sus más importantes colaboradores su hermano Armando, los ex militares Manuel Alejandro Aponte y José Luis Carrizales Maldonado; el ex capitán de la Policía Federal Preventiva (PFP), Carlos Esquivel Maldonado y los sicarios Lucio Martínez y Jaime Valdez, que después se convirtieron en “Los Chachos”.
A este grupo la SEIDO le atribuye la ejecución de Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa, perpetrado el 11 de septiembre de 2004, en Culiacán, Sinaloa, por la ruptura de la alianza entre “El Chapo” y el cártel de Juárez; así como diversos enfrentamientos con integrantes del cártel de Tijuana, incluyendo el asesinato de Ramón Arellano Félix.
Se considera que “La Barbie” estuvo presente el 2 de agosto de 2005, cuando granadas de fragmentación detonaron en un palenque de Tonalá, Jalisco, en un atentado contra integrantes del cártel de los Valencia.
Tras la ruptura de los Beltrán Leyva con “El Chapo”, ocasionada por la captura de Alfredo, uno de los hermanos Beltrán, en enero de 2008 se alió con Arturo “El Barbas” y Héctor “El H”, para combatir al cártel de Sinaloa.
Tras la muerte de Arturo Beltrán en un enfrentamiento con la Marina en diciembre de 2009, “La Barbie” luchaba por el control de la organización criminal contra otra facción del grupo y pretendía establecer su propio cártel.
El 25 de enero de 2010, durante una visita que hace al Bar Bar, en el Distrito Federal, el futbolista Salvador Cabañas recibió un balazo en la cabeza por Jorge Balderas Garza, alias el “JJ”, narcotraficante que trabajaba en el DF al servicio de Edgar Valdez.
Fue detenido el 30 de agosto de 2010, fue arrestado por la Policía Federal en una casa ubicada en la zona de La Marquesa, en el municipio de Lerma, Estado de México, tras 14 meses de labor de inteligencia y en un operativo que contó con mil 200 agentes.