El subcomandante Marcos, El Mayo Zambada y otros personajes fueron entrevistados por el periodista. (ARCHIVO)
Considerado un hito en el periodismo mexicano, Julio Scherer García será recordado al cumplirse un año de su deceso, como un periodista ejemplar que marcó una época en el libre ejercicio de esa actividad.
Diversos son los títulos que dejó para la posteridad, en los que da cuenta de su pasión pero también de su rigor periodístico; de su sólida formación, su curiosidad, su interés por el país y los más diversos personajes que lo conforman.
“Los presidentes”, “Parte de Guerra”, “La Reina del Pacífico”, “El indio que mató al padre Pro”, “Máxima seguridad”, “Calderón de cuerpo entero”, “Historias de familia”, “Salinas y su imperio”, “Historias de muerte y corrupción” y “Niños en el crimen”, son sólo algunos de los libros derivados de su incansable labor periodística.
Sin embargo, su legado va más allá, pues fue el director del “Excélsior” que hizo historia al convertirse, en verdad, en el diario de la vida nacional, ofreciendo un periodismo de altos vuelos, desmarcado del corte oficialista.
También, por haber fundado el semanario Proceso, tras el golpe político que lo deja fuera de “Excélsior”. La publicación se convirtió en refugio del periodismo disidente, el de investigación y el de denuncia de la corrupción de la época.
Sus múltiples entrevistas dieron mucho que hablar, de hecho, en la reciente Feria Internacional del Libro en Guadalajara, Ignacio Solares y Carmen Aristegui homenajearon al periodista durante la presentación del libro “Entrevistas para la historia”, de Julio Scherer García.
El libro reúne los encuentros del periodista con figuras como Salvador Allende, Fidel Castro, Pablo Neruda, Octavio Paz, entre otros.
Scherer García nació el 7 de abril de 1926 en la Ciudad de México, fue un destacado periodista y director del diario Excélsior, uno de los periódicos de mayor circulación en el país durante la segunda mitad del siglo XX.
Scherer ingresó a Excélsior cuando tenía 18 años y comenzó como “mandadero de la redacción”, pero a sus 22 años ya realizaba sus primeras notas, entrevistas y reportajes.
Según información del sitio de “Proceso”, tuvo una carrera brillante, ya que asumió la dirección del diario más importante del país, a los 42 años, el primero de septiembre de 1968.
Desde esa posición, acabó confrontado con los presidentes Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y Luis Echeverría (1970-1976).
A su salida de Excélsior, el 6 de junio de 1976, luego de una maniobra orquestada desde la presidencia de Echeverría, junto con decenas de compañeros de aquel diario fundó el semanario Proceso, cuyo primer número apareció el 6 de noviembre de 1976.
Scherer asumió la dirección de Proceso a los 50 años, más nunca dejó la actividad reporteril. A la par escribió un total de 22 libros entre 1965 y 2013. El primero, titulado “Siqueiros: La Piel y la entraña” (1965), 19 años después publicó el segundo, “Los Presidentes” (1986).
Por su labor, Scherer García recibió en 1971 el Premio María Moors Cabat y en 1977 fue reconocido como el periodista del año por Atlas Word Press Review de Estados Unidos.
En 1986 se le entregó el premio Manuel Buendía 1986 y dos años después rechazó el Premio Nacional de Periodismo, que en ese entonces entregaba el presidente de la república en turno.
En 2001 recibió el reconocimiento Roque Dalton y en el 2002, quizá el reconocimiento que más lo conmovió: el Premio Nuevo Periodismo CEMEX-FNP, promovido por el escritor Gabriel García Márquez, en la modalidad de homenaje.
Un año después aceptó el Premio Nacional de Periodismo, cuando su organización y entrega se había ciudadanizado.
El 20 de marzo de 2014 recibió el grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca; unos meses después, el 7 de enero del 2015, falleció en la Ciudad de México.
Según información de “Proceso”, su último texto publicado fue el 7 de diciembre de 2014, a propósito del fallecimiento del también periodista y escritor, su amigo, Vicente Leñero (1933-2014).