En medio de una carretera con pozos y un camino angosto que va desde Francisco I. Madero hasta el ejido Finisterre, se encuentra la secundaria José Santos Valdés, escuela que vivió la historia de un grupo de jóvenes que a base de corazón y esfuerzo llegaron a la final del torneo estatal de tochito, patrocinado por la NFL.
Con un par de tenis desgastados y una playera escolar, los Correcaminos del ejido Lequeitio le ganaron a la secundaria Ildefonso Villarreal el torneo regional por marcador de 36 a 31.
"Los entrenamientos para llegar a esas instancias no fueron fáciles", comenta Salvador Puentes, uno de los tres entrenadores del equipo, al que llegó por indicaciones de la SEP.
Mientras sigue la práctica de sus pupilos en una cancha de tierra, con piedras y perros callejeros alrededor en busca de comida, Puentes cuenta cómo fue la reacción de los jóvenes al llegar a la sede del torneo en Torreón.
"Se quedaron deslumbrados, se sorprendieron de las instalaciones de ese colegio. Incluso se emocionaron al ver que había agua potable en los bebederos; en nuestra escuela, a veces el agua no se puede beber", dijo.
Con sólo dos meses de prácticas, los muchachos de Lequeitio nunca bajaron los brazos tras una derrota inicial por marcador de 21-0. Ese sólo sería un mal comienzo. A partir de ahí, los maderenses ganarían todos sus encuentros hasta alzarse con el título.
Los escasos recursos económicos no alcanzaron para tener uniformes o equipo especializado para practicar el deporte. Su ropa escolar fue la playera que defendieron con el corazón ante las otras instituciones de Torreón.
"Son fuertes. A pesar de su estatus económico, lograron sobresalir. Le echan ganas a todo", comenta Puentes.
VIAJAR, UN SUEÑO
Al ser campeones de la región Laguna en el torneo de tochito, la secundaria José Santos Valdés obtuvo el pase a Saltillo para enfrentarse a los Steelers Boys, tricampeón nacional y conjunto galardonado en partidos oficiales de la NFL.
Lequeitio no pudo más; cayó ante el gigante y la hazaña llegó a su fin. Pero más allá de la derrota, los Correcaminos cumplieron un sueño: conocer una nueva ciudad.
Algunos de los jóvenes de Lequeitio no habían salido de Francisco I. Madero, incluso varios de ellos ni siquiera conocían Torreón. Ir a Saltillo les causó emoción y les hizo vivir una de sus máximas experiencias de vida.
Alfredo Arroyo Rosales, director del plantel educativo en Lequeitio, se comprometió junto a varios maestros y padres de familia para llevar al equipo a la capital de Coahuila. Acepta que no fue fácil.
"Los alumnos de esta escuela tienen muchas dificultades, pero entre maestros y algunos papás pudimos sacar adelante el proyecto. Se les apoyó con transporte y uno que otro alimento", platica.
Aunque la secundaria cuenta con un medio de transporte propio, este no pudo ser utilizado; el alto costo del combustible y el modelo del camión fueron las razones.
"Para llevarlos tuvimos que pedir ayuda. Estuvimos con los maestros pidiendo uno o dos litros de gasolina, teníamos que darles 300 pesos diarios para la ida y vuelta", cuenta.
Durante su estancia en Saltillo, el director se conmovió al ver que los alumnos guardaban los vasos de una famosa franquicia de restaurantes de pollo frito; los laguneros vieron como un regalo ir a aquel lugar por primera vez.
"Guardaban el vaso, se emocionaron. El vaso era la prueba de que habían comido pollo en ese lugar, estaban ansiosos por enseñarlo a sus padres".
DEPORTISTA NATO
Johan Carrillo Guzmán recorre a diario aproximadamente 5 kilómetros desde el ejido Las Mercedes hasta la José Santos Valdés.
Al terminar el entrenamiento, una aventura le espera a Johan. Los camiones dejan de pasar a las 5:00 de la tarde y la única manera de regresar a casa es pidiendo un "raid". De lo contrario, tendrá que caminar.
Por falta de recursos, el joven atleta declinó una oferta que le hizo la escuela lerdense de futbol Cesifut para formar parte de su institución, sin embargo, Carrillo encontró en el tochito un deporte que le apasionó incluso más que el futbol.
"Me gustaba el fut, eso solía jugar. Empecé a entrenar tochito y me gustó, ahorita prefiero este deporte sobre el futbol, es interesante. Fui entrenando y me fue gustando. Empezamos a ganar nuestros juegos y el entrenador del Colegio Inglés me felicitó", contó emocionado.
Johan tuvo roles diferentes en el equipo, estuvo de receptor, corredor y defensivo. Su coach Salvador Puentes lo define como un atleta eficaz.
"Sin él, no hubiéramos llegado a la final", dijo el entrenador.
"Yo era el que corría más, aunque algunas veces se me caía el balón, seguí practicando y le puse mucho empeño", explica Johan.
Con más de 40 recepciones en la temporada, Johan espera con ansias el comienzo de la siguiente, a la que llegará con más experiencia y mejor preparación.
De esta manera, la modesta secundaria José Santos Valdés vivió un inicio de año increíble. Su sencilla fachada y su locación casi en medio de la nada será recordada por unos jóvenes que representaron al plantel y a la región por medio del tochito con mucha garra y corazón.
El camino
La secundaria José Santos Valdés sólo perdió un juego:
■ En su debut, cayeron 21-0 ante la técnica #1 Ildefonso Villarreal.
■ Luego vencieron 36-21 a la Sec. técnica #83.
■ Tercer juego: vencen 24-12 a la General #9.
■ Cuarto: derrotan 49-6 a la González Bocanegra.
■ Se imponen 46-12 al colegio Antonio Caso.
■ Semifinal: le ganan al Colegio Inglés 36-30 en tiempo extra.
■ Final: triunfo 36-31 sobre la Ildefonso Villarreal.
Claves
■ La secundaria No. 1 José Santos Valdés está 10 kilómetros de Francisco I. Madero, en el ejido Lequeitio.
■ Tiene alumnos de más de 20 ejidos.
■ Entrenadores: Salvador Puentes, Luis Javier Fuentes y Gilberto Israel Magallanes.
■ Si quiere apoyar al equipo: 872 7 73 60 15.

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