Javier Eduardo López abandonó su natal Torreón a los 15 años de edad y hoy es la nueva 'joya' de la cantera de las Chivas del Guadalajara, y la cuidan como tal. Al jugador no le han permitido dar entrevistas a los medios de comunicación. (Jam Media)
El barrio y la calle eran el día a día de Javier Eduardo López "La Chofis". El hoy jugador de las Chivas se resistía en un principio a ajustarse a la disciplina que implica ser parte de una institución que se dedica a formar los nuevos talentos del futbol mexicano.
Para los visores del Cesifut, el talento de "La Chofis" se distinguía de entre los demás. Por eso insistían en sus intentos por llevarse al joven lagunero.
Hoy, con tan sólo 21 años de edad, López ya probó la gloria; dos buenos goles lo han llevado a firmar un patrocinio con una prestigiada marca de ropa alemana.
Arturo Ramírez, entrenador que conoció a "La Chofis" desde los 13 años, comenta que las actitudes que tenía al llegar a Cesifut es son normales en la mayoría de los jugadores que son invitados a formar parte de ese centro de formación.
"Era un poco difícil, no quería salir del barrio. En ese momento la escuela hace su parte, se le empieza a convencer por el lado del deporte con pláticas. Después se habló con la gente de Guadalajara para que lo empezarán a observar".
López, al igual que muchas promesas en la escuela lerdense, luchan diariamente por un lugar en algún equipo de Primera División.
"Lo más importante es que estamos dejando de lado todo el entorno. Hablamos sólo futbolísticamente de lo que hizo, pero la parte importante es todo referente de su contexto, si no hubiera pasado por Cesifut, ahorita probablemente seguiría en el barrio.
"El 95% de los jugadores tienen problemas. Todos tienen estilo de vida complicada. Jugadores como Rodolfo Salinas es una situación similar a la de Eduardo", dice.
En el desarrollo de López empezaron a existir distracciones del propio jugador e interés de algunos equipos regionales para llevárselo. Cesifut optó por pedir a Chivas que se lo pusieran unos cuantos meses a prueba, a pesar de que en un inicio el conjunto tapatío se negaba a aceptar al lagunero por el tema de la indisciplina.
Salvador Necochea, a través de un convenio que firmó con el Rebaño, logró convencerlos para que tuvieran en sus filas a "Chofis". Para la fortuna del joven futbolista y Cesifut, Chivas rápidamente pidió que se quedara más tiempo.
"Chofis" no fue a probarse solo; junto con él se fueron Sergio Flores y Diego de la Garza. El primero juega en la Sub-20 del Guadalajara y es seleccionado nacional, el segundo, optó por dejar el futbol.
Ambos laguneros forman parte de los casi 40 jugadores egresados de Cesifut en distintos filiales, fuerzas básicas y equipos de la Liga MX.
SU ‘BARRIO’ LO RESPALDA
"La Chofis" tiene raíces en la colonia Eduardo Guerra de Torreón. Ahí, lo ven como un ejemplo a seguir.
Su historia empezó en este vecindario al sur de la ciudad, donde los niños se emocionan al escuchar su nombre y las señoras se enorgullecen de que la colonia tenga un digno representante.
Casi llegar a la calle K se encuentra el hogar de la "Chofis". Una humilde casa sobre una esquina; un par de perros guardianes vigilan la puerta principal. En esa parte de la colonia, se juntan niños a hacer las famosas "retas" sobre el pavimento y a emular a sus estrellas del balompié nacional.
A media cuadra, vive José Alfredo Muñiz, compañero de equipo y el responsable de que "La Chofis" fuera a probarse a Cesifut; ambos luchaban por el mismo sueño.
"Llegamos por parte de un entrenador llamado Carlos Vázquez. Él nos vio en la Unidad Deportiva de Torreón, me invitó primero y duré media año en Cesifut; días después me comentó que quería más chavos y a mí se me vino a la mente Eduardo".
"Tenemos un proceso de conocernos. Nosotros jugamos en el barrio y en el llano de la deportiva, posteriormente nos hicimos amigos. Crecimos en el mismo ambiente pero con distintos caminos", cuenta.
El máximo circuito en el futbol mexicano siempre fue el sueño de Eduardo López; José Alfredo no corrió con la misma fortuna, pero afirma que se siente extraordinario ver a un compañero de la infancia defendiendo la playera de uno de los equipos más representativos del país.
"Siempre tuvo en mente ser jugador de primera división, siempre tuvo esa ilusión. De repente nos juntábamos a ver los juegos y nos decía que él iba a lograr ser un jugador. Él tiene la virtud de estar ahí".
DE SANGRE CHIVA
La madre de Eduardo López, Griselda Ramírez, está muy agradecida con el futbol; sus tres hijos prueban suerte en las Chivas y todos salieron de la misma institución lagunera.
"Estoy contenta con lo que es el futbol, es un deporte muy completo. Es muy alentador que jueguen y para otros jóvenes para que los alejen de malos hábitos. Estoy agradecida que mis tres hijos se hayan ido por ese camino".
Los hijos de Griselda están en plena adolescencia, son los años que según muchas madres describen como los más difíciles en la vida de sus retoños.
"No vi pasar la transición de la adolescencia, como madre no supe que es lidiar con hijos inmaduros, afortunadamente mis hijos son muy maduros, el futbol así los hizo", dijo vía telefónica desde Guadalajara, Jalisco.
La emoción invade la casa de los López, ver a su hijo en las primeras planas de los periódicos y en las grandes cadenas nacionales de televisión la llena de orgullo.
"Me siento muy emocionada y muy contenta por él. Cualquier madre quiere ver que sus hijos cumplan sus sueños y metas", señaló."
El más grande de los tres hermanos es Javier Eduardo. Le sigue Brayan, de 19 años, y registrado en la Sub-20 de Chivas y en la filial de la Tercera División del Guadalajara. Por último, está Edson Alexis "Quesos" López, con 12 años y juega en la Sub-13 de Chivas.
TÍTULOS
logró "La Chofis" en fuerzas inferiores de Chivas: dos con la Sub-17 y dos con la Sub-20
PARTIDOS
ha jugado Javier Eduardo López en Primera División; ninguno como titular