El hallazgo puede esclarecer el origen del aprendizaje durante la evolución. (INTERNET)
Los organismos unicelulares son capaces de aprender de las experiencias para adaptar su comportamiento al ambiente, según un estudio hecho público esta semana, que considera que el hallazgo puede esclarecer el origen del aprendizaje durante la evolución.
Los autores del descubrimiento, una primicia mundial, confían en sus repercusiones "terapéuticas" sobre el cáncer, "si se demuestra que las células cancerosas son capaces de aprender", indicó el biólogo francés Romain Boisseau, uno de los responsables de la investigación.
Eso implicaría que los actuales tratamientos contra el cáncer serían menos efectivos o totalmente ineficaces ya que "las células afectadas serían capaces de adaptarse" a ellos, aseguró el científico del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), que divulgó el estudio.
En ese sentido, el trabajo también puede llevar a "cuestionarse el potencial de aprendizaje de otros organismos extremadamente simples como los virus y las bacterias", señalan los autores.
Los científicos de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, en el sur de Francia, hicieron pasar a diferentes grupos del protozoo "Physarum polycephalum", un moho que crece en la parte baja de los bosques, por "puentes" impregnados de sustancias amargas pero inofensivas como la cafeína y la quinina, para acceder a una fuente de alimento.
Reticentes en un principio a atravesar las sustancias, los protozoos aprendieron que no eran peligrosas y las cruzaron cada vez más rápidamente hasta actuar de la misma forma que el grupo que franqueó un puente libre de sustancias.
Este comportamiento, llamado "habituación", se creía hasta ahora reservado a seres con cerebro y sistema nervioso complejo.
El estudio será publicado por la revista científica británica "Proceedings of the Royal Society B".