Michel Temer anunció que acometerá reformas destinadas a liberalizar la economía, reducir el peso del Estado y volver a la senda del crecimiento. (EFE)
Michel Temer asumió ayer el cargo de presidente interino y anunció la mayor parte del gabinete que le acompañará en su gestión, que al contrario del gobierno de centroizquierda de la suspendida Dilma Rousseff, se inclinará hacia el centroderecha.
Dilma Rousseff, hasta la mañana de ayer presidenta de Brasil, disolvió su gobierno tras ser separada del cargo por el Senado para responder a un juicio político, mediante un decreto publicado en el Diario Oficial en el que destituye a todos sus ministros y asesores.
La lista de ministros destituidos la encabeza el expresidente y padrino político de la mandataria, Luiz Inácio Lula da Silva, quien llegó a ser designado titular de la cartera de la Presidencia en abril pasado, pero no llegó a asumir por una decisión del Tribunal Supremo, que suspendió su nombramiento.
Rousseff fue suspendida la madrugada del jueves de su cargo por el Senado, que decidió por 55 votos contra 22 abrir un juicio político en su contra por maniobras fiscales irregulares en las que el gobierno incurrió en 2014 y 2015, que le permitieron presuntamente "maquillar" sus resultados y presentar números mejores que los que habría mostrado la realidad.
Michel Temer anunció que acometerá reformas destinadas a liberalizar la economía, reducir el peso del Estado y volver a la senda del crecimiento, lo que evoca un giro liberal-conservador tras más de una década de administración de izquierda.
En su primer acto en el Palacio del Planalto -sede de la Presidencia- como presidente interino, Temer recibió un notable apoyo de senadores y diputados, que se desplazaron para asistir a la toma de posesión de sus dos docenas de ministros, entre los que no hay ni mujeres, ni negros.
