Pide revisión. Santiago Corcuera señala que el fallo de la SCJN por el caso Iguala fue equivocado.
El razonamiento utilizado por el juzgado que determinó que no hubo desaparición forzada en el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, fue equivocado y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) debería revisar dicha sentencia.
Así lo consideró ayer Santiago Corcuera, integrante del Comité contra las Desaparición Forzada de la ONU.
"Esta es una muy mala noticia, el señor juez que emitió esta sentencia si fuera mi alumno lo reprobaría, esto es algo de primaria para el delito de desaparición forzada, la muerte de la persona desaparecida no se puede presumir, que es lo que hizo este señor juez", indicó.
El viernes pasado el Juzgado Primero de Distrito en Procesos Penales Federales y después el Segundo Tribunal Unitario de Tamaulipas determinaron que la Procuraduría General de la República (PGR) no acreditó la existencia del ocultamiento de los jóvenes, el cual es necesario para considerar que se está ante una desaparición forzada.
Además, consideraron que existen indicios suficientes para considerar que los jóvenes fueron ejecutados sumariamente tras su detención el 26 de septiembre de 2014.
Corcuera, quien aclaró que su opinión la formuló a título personal, señaló que el caso de la desaparición forzada no se puede presumir la muerte de las víctimas, se tiene que tener elementos contundentes en ese sentido.
"La muerte o el paradero de la persona desaparecida se tiene que acreditar fehacientemente, más allá de toda duda, en el momento en el que se acredita la muerte o el paradero de la persona, cesa la desaparición, pero eso no quiere decir que no se haya cometido la desaparición desde el momento en el que la persona fue privada de la libertad hasta el momento en el que se conoce con certeza la suerte o el paradero de la persona desaparecida", explicó.
En el caso de los 43 estudiantes normalistas, recordó el experto, sólo se tiene la certeza de la muerte de uno de los jóvenes, cuyos restos fueron identificados por la Universidad de Medicina de Innsbruck, pero ni siquiera en ese caso se puede negar que hubo desaparición forzada, pues la conducta desplegada por todos los involucrados se ajusta perfectamente al tipo penal que establece la jurisdicción internacional.
