Bacalar, paraíso de azul infinito
Colúmpiate sobre la "Laguna de los siete colores", a 40 kilómetros de Chetumal .
No, no es una ilusión óptica. Es el azul que refleja la laguna de Bacalar con todas sus tonalidades: desde el oscuro, pasando por turquesa, hasta llegar al más transparente. Este regalo de la naturaleza es provocado por siete cenotes que se distribuyen a lo largo de 43 kilómetros. La luz solar también hace lo propio, dejando al descubierto un fondo de arena blanca.
Los buzos no son los únicos que pueden sumergirse en este paraíso, también el viajero que gusta de las aletas y el visor para juguetear con los peces, mientras las guacamayas rojas les sobrevuelan y canturrean.
Por toda la laguna, se han instalado hoteles ecológicos y románticos, como Los Aluxes. Los huéspedes pasan el día entero meciéndose sobre los columpios que han suspendido sobre la laguna. Desde aquí se aprecian los veleros y los kayaks que llevan a internarse por los laberintos de manglares atiborrados de nidos de aves.
La laguna también es un vínculo hacia otros destinos como Canal de los Piratas, Laguna Mariscal y Los Rápidos (a 40 minutos). El centro holístico Akal Ki lleva a vivir la experiencia del rafting, pero en su propia versión; sólo equipan al visitante con un chaleco de flotación para que la corriente lo lleve por todo el caudal que está libre de obstáculos.
Organizan caminatas en medio de la selva para buscar huellas de jaguares. Los habitantes de Bacalar dicen que sólo la gente de buen corazón puede ver a estos felinos.
Otros tours: Visita a las zonas arqueológicas de los alrededores, como Chacchoben y Kohunlich. También, llevan a conocer el centro del Pueblo Mágico y su imponente fuerte, el cual fue construido para proteger a la población de los antiguos ataques piratas.
Volando sobre la selva
En el parque Bio Maya, hay un circuito de cinco tirolesas que miden entre 185 y 850 metros de longitud, para ver perfectamente el vuelo de las guacamayas y el salto de los monos araña sobre la copa de los árboles.
El último tiro termina justo sobre la llamada "laguna de los siete colores". Al descender, se toma una cámara de neumático (tubing) para flotar y adentrarse en la laguna hasta que el agua cubra las rodillas. Al tocar tierra, la expedición continúa por un sendero de orquídeas.
Romance bajo la luna llena
Active Nature Bacalar, además de sus campamentos y caminatas por la selva, ofrece un paseo nocturno en kayak para los enamorados, que termina en una cena caribeña sobre el muelle.
La mañana siguiente se puede complementar la experiencia, observando el amanecer y el vuelo de cientos de aves que salen en busca de alimento. Esta misma actividad se repite de noche, pero esta vez para ver murciélagos.