Cerca de 8,000 nuevos lagos supreglaciares se han formado en Antártida Oriental entre el año 2000 y 2013.
Un estudio científico británico publicado en la revista “Geophysical Research Letters”, en el que especialistas han analizado distintas imágenes obtenidas por satélite, así como información meteorológica, han determinado que la formación de lagos en el glaciar de Langhovde, de la Antártida Oriental, es un fenómeno directamente relacionado con el aumento de temperatura, que entre 2012 y 2013 reportó arriba de los cero grados aproximadamente durante 37 días distintos.
Ya en Groenlandia otros estudios han demostrado que el derretimiento de los glaciares provocados por el aumento de temperatura habían convertido un billón de toneladas de hielo en agua durante 2011 y 2014, pero a diferencia de Groenlandia, la Antártida Oriental aún no se había visto afectada por el calentamiento global.
Los glaciares derretidos son sólo una de las preocupaciones que aquejan a los científicos, pues el agua que se derrite debilita la estructura del glaciar, propiciando también su fractura. "Se asume que es relativamente estable. No existe una enorme cantidad de cambio, es muy, muy frío. Ha sido muy recientemente cuando los primeros lagos supraglaciares se identificaron en la parte superior del hielo", explica Stewart Jamieson, glaciólogo de la Universidad de Durham uno de los autores del estudio publicado, quienes analizando a fondo los cambios sugeridos por sus observaciones, podrían prevenir o por lo menos prever los patrones de este fenómeno, así como sus repercusiones a nivel mundial.