Grigor Dimitrov venció en la final al japonés Kei Nishikori por 6-2, 2-6 y 6-3. (AP)
El búlgaro Grigor Dimitrov se consagró en el Abierto de Brisbane, al imponerse al japonés Kei Nishikori por 6-2, 2-6 y 6-3 en un encuentro de una hora y 48 minutos.
El búlgaro batió a tres de los 10 mejores jugadores del mundo de forma consecutiva, al austriaco Dominic Thiem, el canadiense Milos Raonic y Nishikori, para así obtener su primer título de la temporada.
Aunque el número cinco de la clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) se plantó mejor en la final, pues Dimitrov tuvo que salvar dos bolas de break al iniciar el encuentro y una tercera en su segundo turno de saque.
La raqueta número 17 salió airoso de esas situaciones de presión y aprovechó la primera pelota de rotura que se procuró para abrir brecha en el marcador y colocarse 5-2.
El japonés, sorprendido por la capacidad de su rival para esquivar su buen inicio, acabó perdiendo el saque de nuevo, cediendo el primer set al resto y viendo cómo Dimitrov cerraba el puño para celebrar su primer zarpazo en la final al conseguir ganar la manga inaugural.
Pero el asiático empató el partido devolviéndole a Dimitrov el mismo marcador que este había conseguido en la primera manga, pues volvió a aumentar el nivel, moviéndose rápido y encontrando con facilidad los huecos para ganar los intercambios.
Con todo empatado, ambos rivales llegaron a un tercer set fabuloso. Dimitrov y Nishikori mantuvieron la igualdad hasta el 4-4, cuando el búlgaro logró un break que terminó entregándole la victoria final, su primer título del año.
Dimitrov acabó el partido con unos grandes números: siete saques ganadores, 24 goles ganadores por 23 errores no forzados y un buen porcentaje de puntos ganados en la red (13 de 16), estadísticas clave en su victoria.