Dolor. Lula recibió el pésame de varios políticos. (EFE)
El presidente de Brasil, Michel Temer, lamentó ayer la muerte de la esposa del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, Marisa Leticia Rocco, y decretó tres días de luto oficial, informó el palacio presidencial de Planalto.
"En este momento de profundo dolor y pesar en la familia del expresidente Lula, Marcela y yo le transmitimos a él, a sus hijos y a los demás familiares y amigos, las más sinceras condolencias", señaló el presidente en un breve comunicado.
Temer, rival político de Lula, se desplazó la víspera hasta Sao Paulo para transmitir su solidaridad al expresidente brasileño por el fallecimiento de su esposa, cuya muerte fue confirmada ayer de manera oficial por el hospital Sirio Libanés, donde se encontraba ingresada desde el pasado 24 de enero por un derrame cerebral.
Parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) anunciaron la víspera, con el consentimiento de Lula, la muerte de Marisa Leticia Rocco, pero el centro médico tan sólo "constató" el óbito ayer viernes, tras finalizar una serie de protocolos. El presidente brasileño se desplazó la noche del jueves desde Brasilia a Sao Paulo junto a una comitiva integrada por varios ministros y todos ellos fueron abucheados a la entrada del hospital por un grupo de manifestantes al grito de "golpistas".
POLÉMICA POR FILTRACIÓN
La filtración del diagnóstico médico de la esposa de Lula, Marisa Leticia, quien ingresó por un derrame cerebral el 24 de enero y falleció la víspera, provocó la destitución de una doctora y una investigación.
La doctora Gabriela Munhoz, de 31 años, fue destituida después de que filtrara por medio de mensajes enviados a un grupo de Whatsapp, formado por varios médicos, el grave diagnóstico de la exprimera dama de Brasil.