Adicciones. Los jóvenes optan por las pastillas por la facilidad de obtenerlas y ocultarlas de sus padres.
Ante el fácil acceso a medicamentos como las benzodiacepinas, así como las sensaciones que provocan, los jóvenes se han diversificando en cuanto al consumo de drogas.
El clonazepam es el medicamento que más se utiliza para drogarse y, aunque siempre se han dado casos de estos, en los últimos años los índices se han incrementado, aparentemente por lo fácil de conseguirlo.
Estas pastillas son depresores del Sistema Nervioso Central y su uso es controlado, diagnosticado y recetado por el médico de acuerdo al problema que el paciente presente, pero los jóvenes lo usan sin esa medida y control previo.
Patricia Ruvalcaba Torres, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de La Laguna de Durango, señaló que el problema es que existe, hasta cierto punto, un fácil acceso a estas sustancias, ya que por lo general las encuentran en el botiquín de sus casas y su consumo es difícil de detectar por los padres, además no tienen rastro como el olor de otras drogas, son fáciles de portar, incluso pueden ser similares a otros medicamentos no adictivos.
Esta adicción se presenta al descubrir las sensaciones ante el consumo, que si bien es una sustancia depresora, con cierta cantidad de pastillas se llega a presentar un nivel considerable de euforia por un par de horas y posteriormente viene la sensación de adormecimiento.
Sin embargo, dijo que elevar la dosis puede llegar a tener consecuencias muy severas, incluso fatales.
Además de la euforia, muchos jóvenes la usan por el adormecimiento y para la evasión de sentimientos o problemáticas que tienen los adolescentes.
"Un problema de consumo de drogas es multifactorial, no es por una sola razón, se conjuntan diversas situaciones, ya sea familiares, escolares, violencia, problemáticas individuales de la personalidad, consumo en la familia o amigos".
Para prevenir un problema de consumo, la especialista indicó que es necesario detectar algunas conductas cambiantes en los hijos, no sólo en lo personal, sino dentro de sus actividades en el hogar, sus hábitos, sus actividades y resultados escolares, además de conocer los grupos sociales en los que interactúan.
Además, la comunicación asertiva con los hijos es clave, incluso para la prevención, aun y cuando se haya detectado un problema como éstos, pues es necesario empezar a acercarse al joven para tratar de solucionarlo.
El Centro de Integración Juvenil como institución, implementa diferentes programas de prevención como las pláticas en los centros escolares, las redes de jóvenes que con actividades interactivas llevan el mensaje contra las adicciones de joven a joven, así como otros programas de información y difusión.