Duración. La muestra se encuentra en Venecia y estará en exhibición hasta el próximo 6 de agosto. (CORTESÍA)
La 57ª Bienal de Arte Contemporáneo de Florencia fue el marco para la inauguración en Europa de Irene Zundel. La artista mexicana montó la exposición "Más allá de lo aparente", conformada por una selección de sus piezas más recientes.
La propuesta de Zundel ofrece a los visitantes la emoción de sumergirse en una "nube" que consta de medio millón de cables que penden del cielo y llevan un colguije. Es un microcosmos donde el color es real y se crea a partir de la perspectiva y el enfoque del espectador.
Irene Zundel. Más allá de lo aparente es el nombre de la exposición que inauguró la artista mexicana en Venecia, Italia, con una selección de 12 obras y una instalación diseñada exclusivamente para este proyecto.
La muestra inaugurada ayer se encuentra en exhibición en la sala Tiziano del Centro Culturale Don Orione Artigianelli y estará abierta hasta el 6 de agosto del presente año.
La obra de Zundel mantiene relaciones con los principios del arte óptico y cinético, movimientos enfocados en estudiar las reacciones del espectador ante el color y el movimiento mediante composiciones que funcionan dinámicamente. Es una propuesta significativa del arte contemporáneo en México.
Después de la experiencia en el mundo del diseño, Zundel se acercó a la escultura en sus formas clásicas, siente la necesidad de llevar las formas a la pureza de la geometría.
Ella imprime en sus presentaciones todo lo que se puede hacer con la geometría. Todas las piezas, reconoce el artista, son mis retratos. Se habla de mí, cómo me siento hoy, en ellas revelo mi alma, expresó.
El trabajo de Zundel explora los límites de lo real e irreal a través de la abstracción. Después de experimentar con distintos materiales.
Un camino cimentado
Irene Zundel nació en la Ciudad de México en 1958. De 1977 a 1981 estudió diseño Gráfico en el Philadelphia College of Art. De regreso a México colaboró en despachos de diseño y más tarde decidió trabajar de manera independiente. Su encuentro con el arte surgió a partir de su experiencia con la terapia Tomatis, este método utiliza un aparato con sonidos y frecuencias filtradas de la música y la voz, que permiten lograr importantes avances a nivel neurológico, emocional, afectivo y motriz. Mientras escuchaba las grabaciones por más de tres horas, Irene dibujaba en su cuaderno formas y líneas a las que más tarde añadía volumen y así creaba formas escultóricas.