Un enfrentamiento entre un grupo de presuntos delincuentes armados y una patrulla de la Marina puso en evidencia la presencia del crimen organizado en la capital de la República..
La "guerra" contra el narco llegó ayer a la Ciudad de México, en la que el gobierno (emanado del izquierdista PRD) ha negado insistentemente la existencia de cárteles de la droga.
Un enfrentamiento entre un grupo de presuntos delincuentes armados y una patrulla de la Marina puso en evidencia la presencia del crimen organizado en la capital de la República.
El enfrentamiento, ocurrido en las calles de un barrio de la delegación Tláhuac, dejó un saldo de ocho narcotraficantes muertos, incluido su presunto líder, Felipe de Jesús Pérez, "El Ojos".
La Secretaría de Marina aseguró que el tiroteo comenzó cuando miembros de un grupo criminal dispararon a una patrulla de la institución que acompañaba un operativo de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía Federal.
La muerte de Pérez provocó una reacción del cártel que incluyó bloqueos de vialidades y quema de vehículos, lo cual derivó en la detención de al menos 23 personas.
Las autoridades consideran a Pérez la cabeza de una organización extremadamente violenta que opera en Tláhuac e Iztapalapa, dedicada a la extorsión, los secuestros y la venta de drogas, además de estar vinculada a más de 50 asesinatos.
A la banda criminal se le señaló como la distribuidora de drogas en el sur y el sureste de la Ciudad de México y también la más activa en instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"La Ciudad de México se había mantenido, hasta cierto punto, blindada y resulta que parece totalmente vulnerada", comentó el periodista Ricardo Ravelo, especialista en temas de defensa y narcotráfico.
El jefe del Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, y sus funcionarios de seguridad se han empeñado durante su administración (2012-2018) en negar que los cárteles del narcotráfico operen en la Ciudad de México.
