El año pasado el gobierno municipal de Torreón inició el proceso para elaborar su programa de Ordenamiento Ecológico Territorial (OET), iniciativa que surge de la dirección de Medio Ambiente y que tiene como propósito regular e inducir el uso del suelo y las actividades productivas a fin de lograr la protección del ambiente y la preservación y aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales.
En otra ocasión comentamos que los municipios vecinos de Gómez Palacio y Lerdo ya cuentan con sus OET, por lo que es oportuno que Torreón concluya el propio y necesario que Matamoros también lo haga para tener una visión metropolitana que permita planificar de manera más racional y diversificada el uso del espacio territorial a ese nivel, ya que es en estos cuatro municipios donde se concentran las principales actividades económicas y una mayor tasa de crecimiento y densidad demográfica.
En la zona metropolitana de La Laguna se concentra alrededor del 85 % de la población total y económicamente activa de la región, constituyendo el polo en torno al que ocurre su crecimiento económico, por lo que es necesario regularlo aplicando un instrumento de política pública ambiental que dé sustento técnico en la toma de decisiones evitando o acotando la expansión urbana desordenada que ya se enfrenta y eleva los costos de los servicios públicos, a la vez que distorsiona el valor de la renta urbana.
La importancia de este ejercicio de política pública aplicado a nivel local es indiscutible y también es fundamental la participación de los diferentes actores económicos, sociales e institucionales porque los involucra no solo en la caracterización y diagnóstico que se hace de las condiciones prevalecientes en el ámbito municipal, como en la elaboración de propuestas que potencialicen las capacidades existentes y acoten aquellas que inhiben su desarrollo futuro.
Si actualmente Torreón expresa una inclinación por actividades industriales y de servicios que aportan el mayor porcentaje de su producto interno bruto, es importante que se defina cuáles de ellas tienen factibilidad en un escenario presente y futuro. ¿Tiene Torreón aptitudes para continuar impulsando sus cluster agroindustrial, minero-metalúrgico o de otras actividades que vienen despegando como la de autopartes? ¿Qué limitaciones de espacio físico o disponibilidad de recursos existen para ello, particularmente de suelo y agua? ¿Qué piensan los actores económicos involucrados en estas actividades?
En el avance que se lleva a la fecha ha sido posible identificar los focos rojos que limitan el desarrollo municipal e impactan algunas actividades económicas y a la propia población. Se observa el problema de disponibilidad futura y calidad actual del agua para uso doméstico como un factor que es ineludible resolver, atender la calidad del aire sobre la cual no se tiene una medición confiable de las partículas que circulan en la atmósfera local, entre otros elementos a los cuales habrá de poner atención.
Torreón, al igual que Lerdo y en una porción menor también Gómez Palacio, tienen dentro de sus territorios ínsulas que han sido declaradas o están por serlo como espacios naturales protegidas debido a que albergan los últimos reductos de ecosistemas naturales y biodiversidad donde la presencia humana aún no los ha alterado significativamente. ¿Existe conciencia colectiva entre los torreonenses del valor que tiene Jimulco, y de protegerlo para conservar el capital natural que alberga?
En esta parte del municipio que representa una porción importante de su espacio rural y territorio total, también se vienen identificando aquellas amenazas que ponen en riesgo ese capital natural a las que es también ineludible acotar. En casos como éstos, como ocurre con el Cañón de Fernández, el interés y la ambición particular no pueden anteponerse al interés colectivo que implica no sólo conservar la riqueza biótica ahí existente, sino también a los invaluables servicios ambientales que nos prestan a la población.
Estas y otras preguntas deben atenderse en el proceso de elaboración del programa de OET de esta municipalidad. Quizá algunos actores económicos piensen que sus actividades productivas serán acotadas y/o reorientadas cuando se disponga de este instrumento de planeación a nivel local, u otros verán los nichos de oportunidad que se disponen para promover aquellas que tienen mayor futuro, como también la población mejorará sus valores ambientales si considera la importancia de Jimulco.
Este ejercicio tiene como objetivo aportar elementos que contribuyan a orientar el desarrollo municipal (y también metropolitano) hacia su sustentabilidad, servirá para definir un mejor futuro para su economía y población, a la vez de que complementará los ya existentes como los que viene realizando el Instituto Municipal de Planeación, por lo que no deberá soslayarse sino que, por el contrario, obliga a participar en él para que ofrezca una propuesta más viable para el futuro de los torreonenses.
Finalmente, este programa de OET de Torreón definirá y delimitará con base a las aptitudes naturales y productivas, las unidades de gestión ambiental (UGA) que servirán se soporte para la toma de decisiones de los gobernantes locales y los actores económicos y sociales en la asignación de recursos públicos y privados.
