A lo largo de su carrera militante, realizó varios congresos magisteriales con el propósito de fomentar la educación popular, de ahí que sea llamado el “Mártir del Proletariado Nacional”. (ESPECIAL)
Felipe Carrillo Puerto nació el 8 de noviembre de 1872, en Motul, Yucatán, donde se educó. Desde muy joven aprendió la lengua y la cultura maya, motivo por el cual se comprometió a defenderla de las injusticias.
A temprana edad comenzó a predicar la Constitución de 1857 entre los indios mayas y los jornaleros de las haciendas henequeneras, cita su biografía publicada en el portal de Internet bicentenario.gob.mx.
Al llegar la Revolución a la península, fundó el Partido Socialista del Sureste. Instituyó los lunes culturales y reconoció los derechos políticos de la mujer.
Se dice que del caudillo Emiliano Zapata tomó los ideales agrarios. En 1915 obtuvo el grado de coronel y se convirtió en integrante de la comisión agrarista del zapatismo.
A lo largo de su carrera militante, realizó varios congresos magisteriales con el propósito de fomentar la educación popular, de ahí que sea llamado el “Mártir del Proletariado Nacional”.
En 1918 presidió la legislatura de su estado y llamó a elecciones. Perseguido por el carrancismo, se exilió y regresó hasta 1920, uniéndose al plan de Agua Prieta.
Regresó a Yucatán y trabajó para que el gobierno federal desconociera a los poderes estatales; resultó electo diputado al Congreso de la Unión.
En 1922 ocupó la gubernatura yucateca, y pronunció el primer discurso de su mandato en lengua maya. Durante su gobierno implantó reformas para el reparto de tierras y el fomento a la educación popular.
Asimismo, fundó escuelas socialistas y creó la Academia Mexicana de la Lengua Maya y la Universidad del Sureste. Sin embargo, la rebelión delahuertista lo derrocó.
Por órdenes del general Ricárdez Broca, quien se posesionó del gobierno militar en Yucatán, fue fusilado en Mérida, junto con otros compañeros y dos hermanos suyos, el 3 de enero de 1924. En 1927, el H. Congreso local le declaró Benemérito del Estado.
De acuerdo con sus biógrafos su vida y obra se relaciona con la canción de Peregrina, un clásico yucateco reconocido fuera de México, que surgió de la relación del político con la reportera estadounidense Alma Reed.
