Celebra este jueves 86 años de vida. (ARCHIVO)
De acuerdo con el portal Biografiasyvidas.com, el pintor nació en Medellín, Colombia, un 19 de abril de 1932, siendo el segundo de tres hijos. Sus padres fueron David Botero Mejía y Flora Angulo.
Cuentan sus biógrafos que desde pequeño se sintió atraído por el arte barroco de las iglesias coloniales, y por el dibujo que empezó a practicar a temprana edad, pintando acuarelas del tema taurino que vendía a las afueras de las corridas de toros a las que asistía con un tío.
Su educación primaria la hizo en el Ateneo Antioqueño, posteriormente y gracias a una beca, sus estudios secundarios los realizó en la Escuela Bolívar.
Tenía 16 años cuando el Liceo de Marinilla de Antioquía lo censuró por publicar en un diario el artículo Picasso y el no conformismo en el arte, ilustrado con sus primeros desnudos.
El mismo diario lo invitó a colaborar y eso le permitió pagar sus estudios. Para 1950 se graduó en el Liceo de la Universidad de Antioquia, de donde salió rumbo a España, donde estudió a grandes pintores españoles como Goya y Velázquez.
Realizó estudios de arte en la Academia de San Fernando en Madrid y en la de San Marcos de Florencia, Italia, aunque su inquietud en el arte lo hizo forjarse una formación artística más autodidacta.
Tenía 19 años cuando decidió regresar a su país para realizar su primera exposición individual con acuarelas, gouaches, tintas y óleos en la Galería Leo Matiz.
De acuerdo con los conocedores de su obra, la primera etapa creativa del autor se caracterizó por retratos, paisajes y escenas costumbristas, con una técnica suelta que posteriormente iría progresando.
A los 26 años obtuvo el puesto de profesor de pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Bogotá.
En una búsqueda de inspiración y conocimiento realizó un viaje por Europa entre 1953 y 1955, visitando museos de Francia, España y estudiando pintura al fresco en Florencia, Italia.
Botero se casó con Gloria Zea, con la que tuvo tres hijos. Tras su divorcio, en 1964, se casó con Cecilia Zambrano y actualmente se encuentra con Sophia Vari, añade el portal Buscabiografias.com.
Años después realizó un viaje a México, donde conoció el trabajo de Rufino Tamayo y José Luis Cuevas, luego en 1957 conoció Nueva York y Washington, realizando en esta última una exposición en Pan-American Unión.
El estilo del pintor también recibe influencias del muralismo mexicano y de la pintura del renacimiento italiano, en este periodo destaca Partida, de 1954.
La técnica fue cambiado debido a que quería tener su propio estilo, es así que los objetos de sus pintura aumentan de tamaño, como en la obra Prelado, de 1959.
Según sus biógrafos, el hecho de aumentar de volumen los diferentes objetos que retrata en sus piezas se debe a una ocasión en la que dibujaba una mandolina en un parque y exageró la forma del instrumento.
Para 1973, el pintor decidió instalarse en París, Francia. A esta nueva etapa de creación artística se puede notar la influencia del surrealismo en piezas como: Escena familiar, de 1969; Baile en Colombia, 1980, y los personajes históricos.
Otras representaciones del paisajista que realizó como tributo destacan: Mona Lisa a los doce años (1959), Rubens con su esposa (1965) o Autorretrato según Velázquez (1986).
En el género de la escultura, las características de voluptuosidad e ingenuidad también resaltan creando diferentes figuras y animales de tamaños desproporcionados con gran encanto.
Destacan obras como Venus (1977), Perro (1981), Soldado romano (1986) y Mujer a caballo (1991) hechos con bronce, mármol y resina fundida.
Para celebrar los 80 años de vida del pintor, en 2012 el Museo Palacio de Bellas Artes de México acogió la exposición Fernando Botero, una celebración, la colección incluía pinturas y esculturas, y viajó a diferentes países.
Recientemente, la obra de Botero causó revuelo cuando 23 esculturas en una plaza pública de Medellín amanecieron con cubrebocas, en demanda de una urgente solución al problema de contaminación en aquella ciudad colombiana.
Mientras que el Museo de Antioquía le rindió un tributo al inaugurar la sala Cundinamarca, con en el proyecto La consentida y la obra de Monalisa niña (1951) de Botero, que pretende acercar la gente a sus obras y a aquello que las hace significativas.
Dicho proyecto cambiará de pieza cada dos meses, y en esa ocasión se eligió esta infantil por el cumpleaños del artista y por ser el mes de los niños.