En un día histórico para la nación con aires de transformación y nuevos bríos en cuanto a contexto político, en La Laguna Santos buscaría hacer historia nuevamente con otra remontada de esas épicas, de las que gusta hacer al cuadro albiverde en casa.
El ambiente lucía de fiesta e ilusión previo al duelo en la cancha del Corona, cuando horas atrás trascendió que aficionados de Rayados que venían al partido se accidentaron en el kilómetro 118 de la carretera libre a Saltillo.
Lamentablemente el percance dejó tres fallecidos y al menos una decena de heridos.
Con un ambiente de consternación y de luto, la esperanza de la voltereta santista se mantenía en el aire, sobre todo con el antecedente de la liguilla pasada donde Santos, con circunstancias más adversas, pudo dar vuelta a un resultado y acceder a semifinales.
Así pues en medio de un clima de nerviosismo y expectativa dio comienzo el encuentro. Rayados creó las primeras oportunidades claras del partido que ponían al filo a los aficionados laguneros. Conforme transcurría el encuentro el VAR hizo presencia cuando Matheus Dória recargó por detrás a Avilés Hurtado, penal que no fue concedido.
Los albiverdes continuarían al frente colmando el área regia de centros y llegadas cercanas al marco, todo con esencia de peligro pero sin concretar.
Al finalizar el primer tiempo la esperanza se mantenía intacta, Santos se vio agresivo en el primer tiempo, encima del rival, con un estadio Corona metido y aún sin recibir el famoso gol de visitante.
En la parte complementaria todo cambiaría. Apenas ocho minutos de comenzado el segundo tiempo Nicolás Sánchez atestaría el primer golpe a la moral santista, luego de un remate de cabeza después del cobro de una falta. No habían ni pasado cinco minutos cuando, otra vez, Rogelio Funes Mori terminaría de enterrar la esperanza lagunera.
Un clima raro de tensión invadió el estadio, la desilusión bajaba desde la grada y eso quedó reflejado en los conatos de bronca entre la barra local y la policía, esta última que supuestamente fue quien provocó la violencia, el partido estaba en un segundo término.
El tiempo se mantenía escurriendo y un Santos sin idea y confundido sería eliminado del actual torneo. La afición salió del Corona triste, porque palpaban la remontada, que según algunos, no era tan complicada. No se dio así, Rayados hizo lo que nadie, mantuvo a los Guerreros en cero durante dos partidos y le quitó el invicto como local. El campeón cayó, fue derrotado y la corona queda vacante.
Así lució ayer el Estadio Corona en la vuelta del partido Santos Vs. Rayados. (EMMANUEL AZUARA)