Presentación “Ante el silencio, ni borrón y ni cuenta nueva” por Artículo 19. (AGENCIA)
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, México se convirtió en el país más peligroso para ejercer el periodismo, denunció la directora de la organización Artículo 19 en México y Centroamérica, Ana Cristina Ruelas.
Al presentar el informe: “Ante el silencio, ni borrón y ni cuenta nueva”, sostuvo que la violencia y las agresiones contra los periodistas fueron en aumento y tan solo en 2018 se cometieron 544 agresiones contra la prensa.
Reveló que otra cifra escalofriante es que entre 2013 y 2018, el incremento fue de 512 por ciento, donde además continuó la cultura del engaño, de la maquinación y el ocultamiento de la verdad.
"El miedo, la impunidad ante las desapariciones de periodistas, violencias y agresiones a comunicadores, generan un clima de silencio que limita los derechos fundamentales de libertad de expresión", subrayó.
De acuerdo con Ruelas, el informe da cuenta de una serie de factores que se usar para provocar el silencio, entre ellos el miedo, y refiere que en los últimos seis años los medios dejaron de contar la realidad y muchos tuvieron que volverse anónimos.
Tras aseverar que en el último sexenio las voces de 47 periodistas fueron silenciadas con su muerte, “el país que dejó Peña Nieto se convirtió en el más violento para ejercer el periodismo”, añadió que en ese periodo se cometieron dos mil 502 agresiones.
La directora de Artículo 19 detalló que en 2018, se cometieron 544 agresiones contra periodistas, nueve asesinatos a periodistas y dos a voceadores, del total de agresiones 230 fueron vinculadas a funcionarios públicos.
De dicha proporción, 41 por ciento fue por parte de autoridades estatales, 40 por ciento por autoridades municipales y 19 por ciento por autoridades federales. Los estados con mayor número de agresiones a periodistas son: Veracruz, Coahuila, Puebla, Ciudad de México y Oaxaca, aunque también hay entidades donde antes el fenómeno no se observaba como Quintana Roo, Guanajuato y Campeche.
Al mencionar que de 2013 a 2018, las denuncias de violencia ejercida contra mujeres periodistas aumentaron 512 por ciento, añadió que otros factores que propician el silencio son la Ley Federal de Comunicación Social, así como los recursos que se destinan a la publicidad gubernamental para ensalzar figuras políticas que desinforman a lo que se le suma el control de la opinión pública y en la actualidad, la polarización que divide la libertad de expresión.
En tanto, Griselda Triana, viuda del periodista Javier Valdez, asesinado en Culiacán, Sinaloa, en 2017, puntualizó que en México la vida de periodistas está en riesgo y “eso tiene que parar, afectan no solo a ellos sino a sus familias y a la sociedad”.
Por lo anterior, destacó la importancia de la corresponsabilidad de medios de comunicación, así como de detener procesar y dictar sentencias a quien cometa homicidios contra periodistas, "la Fiscalía General de la República debe operar y ofrecer resultados claros", aseveró.
En su oportunidad, el ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío Díaz, señaló la impunidad ante la violencia y la falta de capacidades técnicas de órganos que protejan la libertad de expresión y a quienes la ejercen.
Agregó que es necesario reconocer las violencias para que no se vuelvan silencios, y en ese sentido el informe ofrece un diagnóstico de lo que provocan los silencios, pero también es con una hoja de ruta que genera esperanza.