Voluntad para integrar
A lo largo de las últimas décadas vimos cómo los Gobiernos de Durango y Coahuila impedían por razones políticas, de su momento, unir esfuerzos para trabajar en La Laguna de forma integral. Cuando en los tiempos de los abuelos se hizo el club de golf Campestre Lagunero, ahora de Gómez Palacio, su ubicación se definió por ser equidistante de los centros de Lerdo, Gómez Palacio y Torreón. Esa visión se fue diluyendo a lo largo de los años por intereses de corto plazo y de concentración de poder en las capitales de los dos estados. Quizá el punto extremo fue la animadversión pública entre los entonces gobernadores Humberto Moreira e Ismael Hernández Deras.
Todavía lo seguimos viendo hoy en día, en una comarca donde las divisiones políticas no tienen nada que ver con el carácter metropolitano de la zona. Reglamentos diferentes, impuestos diversos sin conexión alguna, competencia ilógica entre los municipios, tolerancia en ciertos aspectos por motivos electorales, como taxis y Uber, autos chocolate, etcétera, etcétera, etcétera.
La crisis de inseguridad en que se sumió la comarca fue el inicio, a regañadientes, de un principio de visión metropolitana que ha empezado a permear en la sociedad y en la política. Contrastante es ver a los dos gobernadores juntos frente al pasado en que sus predecesores ni se saludaban. Por primera vez en muchos años se habla, por lo menos se habla, de temas torales conjuntos no solo de la seguridad: agua, conservación del medio ambiente, planeación metropolitana, vialidad, metrobús, et al.
Los empresarios también han empezado a reaccionar y algunas de sus organizaciones comienzan a tener asociados de ambas partes del Nazas, caso curioso cuando la mayoría de ellos han tenido sus empresas en toda la comarca y no solo en Torreón o Gómez Palacio, y es hasta ahora cuando reaccionan. Quizá sea esto producto tanto del divisionismo alentado por las capitales estatales al multiplicar organizaciones para que se contrarresten entre sí para frenar la crítica, como de la dependencia de muchas de ellas de las dádivas que los Gobiernos dan a sus fieles. Afortunadamente vemos el inicio del cambio, el de mentalidad.
En la sociedad civil también vemos muchos casos como estos, egos impresionantes que quieren a toda costa ser los únicos en lugar de sumar esfuerzos. ¿Cuántas ONGs se dedican a los mismo, pero con organizaciones diferentes? ¿Cuántas dan cuenta de los recursos recibidos de los Gobiernos, es decir de nuestros impuestos, los de todos y cada uno de nosotros? ¿Habrá alguien que haya hecho la tarea de comparar lo que hacen con las demás y cuánto dinero gubernamental recibe cada una de ellas y qué beneficios obtiene La Laguna de ellas? ¿Azadón de palo en casa del herrero?
Hay acciones de Gobiernos, empresarios y sociedad civil que merecen encomio. Prodigiosamente han empezado a crecer en sus acciones con una renovada esencia, mezcla de juventud y experiencia, no ya los de siempre. Un pequeño ejemplo es el concierto del tenor Plácido Domingo de hace unos días. Gobiernos, los dos, y empresarios juntos. Los partidos políticos mezclados y jalando en el mismo sentido, alcaldes de aquí y de allá, todas las clases sociales y edades, derrama económica, buena organización. Cuando hay voluntad se pueden hacer las cosas y eso es precisamente lo que necesita la comarca para salir del hoyo del pasado, ver hacia delante, ponernos de acuerdo y actuar conjuntamente. Solos no se puede, unidos sí. Hay que salir de los pequeños rediles.