Trascendió en la literatura universal con su célebre obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. (ESPECIAL)
El escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, recordado a 403 años de su muerte que se cumplen este lunes, trascendió en la literatura universal con su célebre obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547, aunque se presume que la fecha fue el 29 de septiembre. Fue el cuarto hijo de una familia encabezada por el cirujano Rodrigo y su esposa Leonor de Cortinas, de acuerdo con datos publicados en el portal web conmemorativo por los 400 años sin Cervantes.
Instalado en Madrid y a raíz de la muerte de la reina Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, en 1568, el autor escribió unos poemas que serían publicados por Juan López Hoyos y con los cuales abrió su camino en las letras.
Al año siguiente, Cervantes llegó a Roma, donde trabajó como camarero en el séquito de monseñor Acquaviva, y tras esa etapa se enroló como soldado en la compañía de Diego de Urbina para la guerra contra los turcos.
En la batalla de Lepanto el 7 de octubre de 1571, Cervantes fue herido en el pecho y perdió el uso de la mano izquierda, a lo que siguió su convalecencia en el hospital de Mesina, en Sicilia; meses más tarde se reincorporó a la milicia.
Fue un periodo de gran actividad para Miguel de Cervantes entre campañas militares y acontecimientos que derivaron en su detención en 1575, a manos de hombres del corsario Arnaute Mamí y que lo tuvo en cautiverio en Argel, donde pasó cinco años antes de lograr su libertad para poder regresar a España
De acuerdo con la fuente referida, al escritor se le encomendó una misión oficial a Orán, entre mayo y junio de 1581, sin detalles del encargo. Después de ese periplo, se relacionó con Ana Franca, con la que tuvo una hija, aunque terminó casado con Catalina Palacios Salazar y en 1585, publicaría La Galatea.
Pese a su deseo por llegar a América, el autor se quedó en territorio español, específicamente en Sevilla, donde cultivó la poesía y el teatro, además de ser encarcelado en un par de ocasiones y que le llevó a la idea de El Quijote.
Rodeado de su familia integrada por su mujer, hermanas, hija y sobrina, Cervantes se instaló en Valladolid para terminar la primera parte de su más famosa obra, la cual se publicó en 1605 en la imprenta de Juan de la Cuesta, en la calle Atocha de Madrid, y alcanzó gran éxito y que llevó a su traducción al inglés y al francés.
En 1613, se editaron las Novelas ejemplares y un año después Alonso Fernández de Avellaneda, seudónimo todavía por desentrañar, firmó una continuación apócrifa de El Quijote publicada en Tarragona, lo que apremió a Cervantes, quien terminaría su segunda parte de El Quijote (1615); además publicaría Viaje del Parnaso y Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados.
De acuerdo con el portal conmemorativo, el escritor, aquejado por la enfermedad y luego de sellar los Los trabajos de Persiles y Sigismunda, falleció el 22 de abril de 1616, y al día siguiente fue enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas.