DICHOS DE SOR JUANA
Si culta mano no impide
crecer al árbol copado
quita la sustancia al fruto
la locura de los ramos.
Esta barroca cuarteta de Sor Juana se podría pensar adecuada al hecho de que alguien durante la comida ha ingerido lo necesario y sin embargo sigue su ingesta. De esa manera el exceso le descompondrá el organismo y la sustancia que posiblemente se incorporaría al cuerpo será desechada. Es un tanto como recomiendan médicos y nutriólogos: no es conveniente consumir cítricos de más porque el cuerpo no asimila sino lo necesario y elimina lo sobrante. Así que siempre hace falta alguien que con prudencia y sabiduría (culta mano) evite que los excesos se ejecuten.
Quizá la máxima de La Fénix Americana se puede reducir a los dos últimos versos de la cuarteta ("quita la sustancia al fruto / la locura de los ramos") porque dicen lo esencial, sin embargo la presencia moral de una guía, de una autoridad moderadora en los dos primeros versos es conveniente para la intención subterránea que lleva el poema de Sor Juana que es expresarle sumisión a su confesor, a quien ella se le había puesto al brinco; es una intención conciliadora que metafóricamente le está dando la razón a su guía espiritual, el obispo Manuel Antonio Núñez de Miranda.
Igual que podáramos dos versos a la cuarteta se le puede quitar la estructura barroca del hipérbaton como el hortelano desahíja y poda el árbol frutal para que la savia nutra nomás las frutas: la locura de las ramas quita la sustancia al fruto si culta mano no impide crecer al árbol copado. Pero conservemos la certera máxima en la que Sor Juana dice: "quita la sustancia al fruto / la locura de los ramos".