En los últimos meses han insistido en crearnos la mentalidad del neoliberalismo como una monstruosidad. ¿Lo es realmente? Dialoguemos:
En el siglo anterior, durante los años veinte y luego en los setenta se presentaron crisis económicas a nivel mundial; tiempos en que la economía estaba basada en el viejo sistema capitalista.
Se acepta que Friedrich August von Hayek, austriaco filósofo, jurista y economista, y Milton Friedman, discípulo del primero, estadista, economista e intelectual estadounidense, ganador del Premio Nobel de Economía de 1976, fueron los creadores de este sistema económico que rápidamente se propagó en el occidente.
Las ideas del neoliberalismo fueron enseñadas por Fridman en la Universidad de Chicago, siendo fundador de la Escuela de Economía, defensora del libre mercado.
Propusieron su modelo como la alternativa para sortear las crisis económicas del siglo XX y algunos políticos -Reagan en EUA, Thatcher en el Reino Unido y Pinochet en Chile- las implementaron en sus países.
En México, se menciona como responsable a Carlos Salinas de Gortari, con su influencia en Miguel de la Madrid; luego, siendo presidente de México.
El neoliberalismo retoma la doctrina del liberalismo clásico, insertándolo en el esquema capitalista con medidas radicales, buscando disminuir la intervención del Estado: "menos gobierno y más libertad", lema adoptado por sus promotores.
Más tarde, a finales de los años 80s, el término adquirió la connotación conspirativa que hoy tiene.
De origen, propone que el Estado debe orientarse a cumplir sus funciones fundamentales a través de las propias instituciones, como organismo dirigente y responsable de la organización político-social. No empresarial.
Se opone a la intervención directa del estado en la economía, para así mantener a raya las regulaciones en impuestos al comercio y las finanzas. Promueve la privatización de empresas y servicios, quitándolas, separándolas del sector público, buscando hacerlas más eficientes.
En nuestra experiencia como nación, los políticos han demostrado ser pésimos administradores de las instituciones de servicios y tomemos como ejemplo -independientemente de la grave corrupción- a la CFE y PEMEX.
Por otra parte, insiste en la reducción de la inversión social y promueve la libre empresa entre los grandes corporativos promotores y movilizadores de la economía y generadores de empleo.
Busca controlar al sindicalismo, orientándolo a la eficiencia económica de industria y comercio. Desgraciadamente el factor humano destruye el propósito y permite, entre otras cosas, "el charrismo sindical" y/o las componendas entre líderes, politiqueros y empresarios corruptos.
La teoría por si misma no es mala, salvo que no considera la ética y la moral de quienes la aplican y viven - aunque no tiene por qué hacerlo - favoreciendo históricamente el abuso, la malversación de bienes y fuerzas de trabajo, en países que la aplican deficientemente.
Mención especial merece la corrupción, que en México la hemos vivido y somos vergonzoso ejemplo mundial.
Así, podemos comprender los porqués del rechazo al neoliberalismo, que favoreció la corrupción y el abuso durante los últimos sexenios, en todos los partidos políticos.
Ese fue el caldo de cultivo que permitió la aparición de una propuesta radicalmente contraria: el Populismo.
Las estadísticas no mienten y existe una evidente relación entre el repudio al abuso y la pobreza en México, según los resultados de las últimas elecciones nacionales.
La proporción 80/20, con mexicanos marginados de las oportunidades para alcanzar calidad de vida, incluidos los clase-medieros, contrastados con los ricos, - aproximadamente el 20% - diferenciados por las realidades económicas, son causa evidente del enojo.
Al momento de escribir esta entrega, AMLO contaba con cerca del 70 % del apoyo popular y con el 20 % restante exigiéndole una política que nos aleje del empobrecedor populismo. ¿Encuentra relación estadística?
Hay algunos principios en la vida social; el primero de ellos, la llamada "ley del péndulo", en la que las sociedades oscilan de un extremo al otro, caso de la política, ejemplo que vimos en el bandazo dado por los españoles sometidos durante la dictadura, quienes, de pronto, sintieron la liberación que luego llegó al libertinaje. Desde luego acepto que no es correcto generalizar.
Habrá que considerar que: "el gobierno es para el pueblo y no el pueblo para el gobierno", mucho menos para beneficiar gobernantes, caso de neoliberalistas, saqueadores del país. Fue escandaloso.
Luego, cabe el principio para aplicarlo al populismo y no caer en el error de desoír a los expertos de cada tema, temor que cala por algunas decisiones impensadas del nuevo gobierno.
El populismo desatado por los revolucionarios de Francia, llevó al desenfreno de las multitudes y con, o sin participación de los líderes, generó saqueos, asesinatos y toda clase de violaciones al principio del bien común.
Consideré importante compartir con usted estos apuntes, ahora que satanizan a unos y se santifican otros; seguramente los datos nos darán más herramientas para definir nuestro criterio. ¿Atento?