Las evidencias arqueológicas prueban que hubo poblaciones humanas exitosas en múltiples sitios de América del Norte y América del Sur desde hace 15,500 a 14,000 años. (ESPECIAL)
Los humanos llegaron desde Asia a América del Norte hace unos 15,000 años y, tras cruzar por el istmo de Panamá, su migración se bifurcó hacia la costa del Pacífico y la Amazonía en América de Sur, según un artículo científico divulgado esta semana.
Aunque tradicionalmente se ha estimado que los humanos llegaron a América hace unos 13,000 años, Michael Waters, director del Centro para Estudio de los Primeros Americanos de la Universidad A&M de Texas, concluyó su revisión de las investigaciones más recientes e indicó que "no pueden desecharse las evidencias de una ocupación más temprana".
América del Norte y América del Sur "fueron los últimos continentes explorados y colonizados por los humanos modernos al final del Pleistoceno", escribió Waters.
"La información genética, obtenida de las poblaciones contemporáneas y de individuos de la antigüedad, muestran que los primeros americanos provinieron de Asia y, después de varias divisiones de la población, marcharon al sur de los mantos de hielo continentales que cubrían Canadá", añadió.
Esta primera migración ocurrió entre 17,500 y 14,600 años atrás, y los datos genéticos y evidencias arqueológicas hasta ahora disponibles no sustentan la noción de que haya habido población humana en América antes de unos 17,500 años atrás.
Las evidencias arqueológicas prueban que hubo poblaciones humanas exitosas en múltiples sitios de América del Norte y América del Sur desde hace 15,500 a 14,000 años.
Estas poblaciones usaban puntas de lanza, flechas o armas cortantes con filo doble, hojas de un solo filo e instrumentos hechos de huesos.
Además del conocimiento obtenido de las evidencias arqueológicas, los análisis genéticos más avanzados en los últimos años han permitido "trazar una historia coherente pero compleja de los primeros pueblos que entraron, exploraron y se asentaron en las Américas", señaló Waters.
Estos estudios han demostrado que los ancestros de todos los pueblos indígenas contemporáneos descendieron de sólo cinco linajes maternales y dos linajes paternales.
"Los linajes también muestran que la población fundacional provino de Asia y experimentó un grave 'cuello de botella' genético, en el cual un pequeño número de personas con una diversidad genética limitada dio origen a todos los pueblos indígenas que ocupaban el continente antes de la llegada de los europeos", escribió el investigador.
Más estudios del ácido desoxirribonucleico "indican que la población original de la cual derivaron los primeros americanos había estado aislada de linajes asiáticos muy probablemente en Beringia oriental antes de dispersarse al sur".
Beringia es el nombre dado a un puente de tierra que existió desde el extremo occidental de Siberia al oeste de Alaska, antes de la formación del mar de Bering durante la última glaciación y que sirvió para que los humanos entrasen a América.
Después de una estancia en Beringia, "un pequeño grupo se escindió de esa población aislada, viajó al sur de los mantos de hielo que cubrían la mayor parte de Canadá y sus descendientes exploraron y poblaron las Américas", continuó.
"Debemos tener siempre presente que investigamos los ancestros de pueblos indígenas contemporáneos y como tales deberíamos esforzarnos por incluir a los indígenas americanos en nuestros estudios como colegas en nuestra exploración de su pasado", indicó Waters.
"La colaboración entre los científicos y los pueblos indígenas enriquecerá nuestro conocimiento de la historia de los primeros americanos", agregó.