Michoacán espera superar 3.0 por ciento la afluencia turística y la derrama económica de 144.6 millones de pesos con la Noche de Muertos, la velada más esperada en aquella entidad.
La actividad se realiza el 1 de noviembre, cuando la muerte se celebra con la vida, pero desde días antes se adornan los panteones y casas con flores de cempasúchil, velas, fruta, pan e incienso para hacer "la espera". Las celebraciones comienzan desde el 31 de octubre con la cacería del pato -actividad a punto de desaparecer por la escasez de palmípedos-, al día siguiente se coloca el altar de "angelitos" o muertos chiquitos y concluyen con las honras a los difuntos el día 2 de noviembre. En la ofrenda a los "angelitos", los padrinos de bautizo lleva un arco arreglado con flor de cempasúchil o tiringuini-tzitziqui y flor de ánima, además se decora con dulces de azúcar, juguetes y ropa. El 2 de noviembre, en la celebración dedicada a los difuntos grandes o adultos, la velación comienza la noche del 1 con ofrendas en las tumbas o altares familiares y concluye hasta la mañana siguiente.