El recién investido presidente argelino, Abdelmadjid Tebboun, nombró al titular de Exteriores, Sabri Boukadoum (foto), como primer ministro interino. (ESPECIAL)
El recién investido presidente argelino, Abdelmadjid Tebboun, nombró al titular de Exteriores, Sabri Boukadoum, como primer ministro interino, en su primer día de mandato, anunció hoy la cadena de televisión estatal.
Pocas horas después de la ceremonia de investidura del presidente, el que fuera jefe de Gobierno interino durante los últimos ocho meses, Noureddine Bedoui, presentó su dimisión ante el mandatario.
Al mismo tiempo, fue cesado el ministro del Interior, Salah Eddine Dahmoune, que se ha visto envuelto recientemente en una polémica al calificar a los miembros del movimiento de protestas sociales Hirak de "traidores, homosexuales y mercenarios".
El cargo será ocupado por el hasta ahora ministro de Vivienda, Kamel Beldjoug.
Tebboun se convirtió hoy en el sexto presidente del país en un acto celebrado en el Palacio de las Naciones de la capital en presencia de las autoridades del Estado y en ausencia de mandatarios extranjeros. Tampoco asistió el que fue dignatario durante dos décadas, Abdelaziz Bouteflika, forzado a dimitir el pasado mes de abril.
Durante su discurso oficial, el dirigente destacó la "transparencia total" del proceso electoral y prometió revisar la Constitución en las próximas semanas con el objetivo de limitar los mandatos presidenciales a dos legislaturas, reducir las prerrogativas del jefe del Estado, defender la separación y el equilibrio de los diferentes poderes y respetar la libertad de prensa y de manifestación.
"Argelia necesita definir sus prioridades. El Estado escuchará al pueblo para un cambio radical del Gobierno y para establecer la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos", subrayó el nuevo presidente.
Tebboun, de 74 años, antiguo primer ministro y hombre del aparato estatal, ganó en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 12 de diciembre con un 58.13 % de los sufragios, en unos comicios marcados por las protestas populares y la abstención más alta de la historia de Argelia, que superó el 60 %.
A pesar de su polémica victoria, Tabboun anunció en su primera intervención su intención de dialogar con el Hirak, que horas más tarde respondió con una multitudinaria manifestación en rechazo a su elección, considerada "ilegítima", y llamando a la caída del régimen militar.
