Juan le reza al Niño Dios cuando lo está reparando.
Su negocio de reparaciones de motores para diferentes enseres del hogar se convierte, a partir de diciembre, en la casa en donde se repara a los niños Dios, ya sea de una manita quebrada, un piecito o su lindo rostro.
Juan Cerbero Diosdado Herrera tiene 40 años dedicado a la reparación de niños Dios y comenta que este oficio artesanal lo inició debido a que vendía figuras de cerámica traídas de Guadalajara, Jalisco, pero que algunas llegaban quebradas, por lo que decidió aprender mejor a repararlas para continuar en el negocio, actividad que sigue haciendo hasta el día de hoy.
Ubicado en un pequeño local del Mercado Juárez de Torreón, don Juan reconoce que durante estos 40 años ha pasado por sus manos un gran número de niños Dios, de todos tamaños, materiales y colores.
Indica que un ritual que tiene a la hora que los repara es rezarles para que quede bien el trabajo y también para que sus nietos sanen cuando se enfermen.
Las personas acuden a que les haga hasta "milagros" cuando llegan tristes, con múltiples piezas de su niño, y quieren que quede como nuevo, ya que es un regalo o una figura de su abuelita.
"Me platican muchas historias de toda la vida sobre sus niños Dios".
Aunque hay un sin número de historias relacionadas con sus niños Dios, confiesa que la que más le atrae es la de una mujer que cuenta que le reza siempre cuando alguien en su casa se enferma y milgrosamente logra sanar.
Indica que es de gran tamaño y fue comprado en Puebla, por lo que se lo llevaron a reparar.
Asegura que quienes más demandan sus servicios, son aquellas personas que llevan al pie la tradición de poner nacimientos y rezarle al pequeño el 24 de diciembre.
Artesanal
Enfatiza que este es un trabajo artesanal y, dependiendo del tamaño de la reparación, puede tardar una hora o más para dejar que seque el yeso o la pintura.
40 AÑOS
Tiene en el oficio artesanal reparando niños Dios en el Mercado Juárez de esta ciudad.