El mandatario dijo que las nuevas generaciones tienen el compromiso de 'honrar a los mártires'. (EFE)
"Su sangre derramada jamás será olvidada", gritaban este jueves en el cementerio familiares de los "mártires", los 21 jóvenes panameños muertos por fuerzas estadounidenses hace 56 años cuando fueron a la entonces Zona del Canal dominada por EUA para izar la bandera de Panamá.
Fue una gesta digna por la cual hoy Panamá tiene soberanía en todo su territorio, dijeron las autoridades al resaltar que los eventos del 9 de enero de 1964 fueron un punto de inflexión que a la postre se tradujo en la salida de EUA del Canal interoceánico y de todo el país, donde mantenía 14 bases militares.
HONRAR A LOS MÁRTIRES HACIENDO LO CORRECTO
"Murieron por la recuperación del Canal y de nuestro territorio", expresó emocionado el presidente panameño, Laurentino Cortizo, en un discurso ofrecido en el lugar en el que se desarrollaron los hechos hace 56 años.
El mandatario, que asumió el cargo en julio pasado para el período 2019-2024, dejó claro que las nuevas generaciones de panameños tienen el compromiso de "honrar a los mártires haciendo las cosas correctamente".
Panamá es ahora "el país de los millones y millones" de dólares en presupuesto anual pero con 777,000 personas en pobreza multidimensional, aseveró Cortizo, que preguntó qué están haciendo los panameños "para consolidar la próxima gran misión" que es la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
"No le fallemos (a los mártires), dejemos las bases de un Panamá de ley y orden, pero sobre todo justo (...) Cada uno de los panameños tenemos que hacer lo nuestro. La patria la hacemos todos", añadió.
UN CRIMEN QUE SE OLVIDA
Esmeralda Judith Orobio Yao, sobrina de Estanislao Orobio Williams, uno de los caídos el 9 de enero de 1964, habló este jueves con Efe sobre las circunstancias de aquella muerte.
Estanislao fue "vilmente masacrado por las balas asesinas del vil yanqui invasor (...) cae el 9 de enero y lo llevan al hospital Santo Tomás, donde lo dan por muerto", pero luego se percatan de que está vivo, "comienzan a darle el tratamiento pero por la cantidad de heridos se colapsa el hospital y muere por falta de sangre".
"Lo que se cometió fue un crimen de lesa humanidad que no prescribe", los familiares son "víctimas secundarias" a las que "no se nos da la reivindicación ... se nos lesionó económica y sentimentalmente, tenemos el derecho de hacer un reclamo", agregó.