La polémica ley de Ciudadanía que concede la nacionalidad india a migrantes de minorías no musulmanas entró hoy en vigor. (EFE)
La polémica ley de Ciudadanía que concede la nacionalidad india a migrantes de minorías no musulmanas entró hoy en vigor pese a las multitudinarias protestas y reclamos de la oposición que ha generado desde su anuncio y aprobación.
Aprobada en el Parlamento en diciembre pasado, la normativa concede la ciudadanía a migrantes que llegaron al país antes de 2015, provenientes de países de mayoría musulmana como Pakistán, Afganistán, Bangladesh y otros, siempre y cuando sean miembros de otras minorías religiosas que sufrieron o sufren persecución.
Un documento publicado en la Gaceta de la India y difundido por el Ministerio del Interior dio cuenta de la entrada en vigor de la nueva ley, que es calificada por opositores como una norma "antimusulmana", fiel reflejo del supuesto carácter antimusulmán del Gobierno del primer ministro indio, el nacionalista hindú Narendra Modi, a quien acusan de favorecer otras filiaciones religiosas, en perjuicio del islam.
Para Modi, la aprobación de la enmienda a lo legislado en materia de ciudadanía fue algo “histórico”, ejemplo de “la compasión y fraternidad” de su país con aquellos que “se han enfrentado durante años a la persecución” por motivos religiosos.
Asimismo, para su ministro del Interior, Amit Shah, la ley no debe ser motivo de preocupación para los musulmanes que residen en el país, el 14 por ciento de la población, ya que otorga y no quita ciudadanías.
Otros miembros del Ejecutivo del líder hindú han declarado que se busca ayudar directamente a cristianos, sijs e hindúes, minorías víctimas de persecución en países de mayoría musulmana, que durante años han vivido sin derechos reconocidos en la India y que ahora, gracias a la enmienda, tendrán una vía automática para nacionalizarse, refirió Europa Press.
Pese a ese claro beneficio, muchos detractores observan en la ley elementos discriminatorios contra los musulmanes de la India, país que tiene la tercera mayor población de esa filiación religiosa en el mundo, así como indicios de la eventual creación de un Registro Nacional de Ciudadanos, algo a lo que muchos se oponen por temor a políticas de discriminación religiosa y étnica.
Como consecuencia de las protestas contra la enmienda que este viernes entró en vigor, y el Registro que ya existe en el nororiental estado de Assam, una veintena de indios resultaron muertos y el Gobierno de Modi sacó su lado menos democrático, al prohibir la manifestación en varias zonas de esta capital.