Moscú iniciará el desconfinamiento de sus 12 millones de habitantes el 1 de junio, aunque de forma gradual y experimental, después de que los casos de la COVID-19 se redujeran a la mitad en relación al pico de la pandemia en este país. (EFE)
Moscú iniciará el desconfinamiento de sus 12 millones de habitantes el 1 de junio, aunque de forma gradual y experimental, después de que los casos de la COVID-19 se redujeran a la mitad en relación al pico de la pandemia en este país.
"La situación en Moscú y, en general en el país, efectivamente se está estabilizando. En relación con el pico de principios de mayo, el número de casos de coronavirus en la capital se ha reducido a la mitad, al tiempo que el número de test no deja de aumentar", dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, al reunirse con el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin.
En un encuentro, retransmitido en directo por la televisión, Putin alabó la gestión de Sobianin, quien optó por introducir en la capital a finales de marzo una cuarentena de obligatorio cumplimiento hasta el 31 de mayo, después de que el presidente se limitara a conceder vacaciones retribuidas a los rusos, que concluyeron el pasado 12 de mayo.
DESCONFINAMIENTO EXPERIMENTAL
Con respecto al esperado desconfinamiento, Sobianin volvió a optar hoy por la precaución y adelantó que, aunque son muchos los moscovitas que desean salir de sus casas, la desescalada se efectuará "de manera experimental" y por horarios, y las restricciones se mantendrán en vigor hasta el 14 de junio.
"Lo haremos en base a un horario en el que los ciudadanos que vivan en una u otra casa podrán salir a pasear. Y a la semana siguiente ya se verá cómo evoluciona la situación", explicó.
Sobianin justificó su conservadurismo por el hecho de que si se permite a toda la población salir a los patios y parques, las calles de la capital rusa se llenarán de gente "como si fuera la manifestación del Primero de Mayo", en alusión al Día de los Trabajadores.
Poco después, Sobianin emitió un decreto en el que precisó que, al menos, durante las próximas dos semanas los moscovitas no podrán pasear todos los días, sino tres veces a la semana -dos en días laborables y uno en fin de semana- y según unos horarios muy estrictos (09:00-21:00).
Lo harán por turnos, dependiendo de donde vivan, horarios que se colgarán próximamente en la página web del Ayuntamiento moscovita.
Eso sí, entre las cinco y nueve de la mañana los moscovitas tendrán total libertad para salir a la calle, sea para pasear, andar en bicicleta o hacer deporte.
También podrán salir a la calle después de dos meses y medio de cuarentena los mayores de 65 años y los enfermos crónicos.
Otra buena noticia es la reapertura de todos los parques, menos el de Zariadie, frente al Kremlin, aunque el edicto consistorial aconseja no pasear más allá de dos kilómetros de distancia del domicilio.
El alcalde también impuso hoy el uso obligatorio de mascarillas, no sólo en tiendas o el transporte público, sino también en la calle, incluso a la hora de practicar deporte al aire libre.
Tampoco abrirán ni los parques de atracciones ni los infantiles, ni las instalaciones deportivas para los aficionados, pero sí estadios y pabellones para deportistas profesionales.
Sobianin agregó que dentro de dos semanas, si los resultados del desconfinamiento experimental son satisfactorios, las restricciones al desplazamiento de personas podrían ser levantadas totalmente.
REAPERTURA DE PEQUEÑOS NEGOCIOS
A su vez, adelantó que, después de que hace dos semanas se permitiera el retorno al trabajo de los trabajadores de la industria y de la construcción, el lunes reabrirán sus puertas las tiendas y el comercio que no esté vinculado con la alimentación, donde trabajan casi 300,000 personas, según el alcalde.
Además, también reabrirán algunos negocios de servicios domésticos, como tintorerías, talleres de reparación o salones de automóvil.
Sobianin destacó que desde el 12 de mayo se han reducido en un 40 % las hospitalizaciones de enfermos graves con coronavirus, al igual que el número de contagios, que hoy ascendieron a 2,140, frente a los más de 6,000 de algunos días de mayo.
Pero seguirán sin abrirse teatros, museos, restaurantes, bares, cafés, peluquerías y gimnasios, ya que en dichos lugares el riesgo de contagio por COVID-19 es mucho mayor, debido a la dificultad de mantener las distancias.
"A grandes rasgos, debo decir que controlamos la situación. Estoy seguro de que la situación en Moscú sólo irá a mejor. Gracias al Cielo que pudimos evitar el peor de los escenarios y ahora la mitad de la reserva de camas hospitalarias está libre", subrayó.
A su vez, Putin pidió al alcalde que envíe brigadas sanitarias a las regiones más golpeadas por la pandemia, especialmente en el Cáucaso -Daguestán, Ingushetia y Osetia del Norte-, y también en la región siberiana de Zabaikalie (Transbaikalia), y más tarde a las de Vladímir y Pskov, en la parte europea de Rusia.
Rusia ocupa el tercer lugar después de Estados Unidos y Brasil por el número de contagios registrados y acumula ya 370,680 casos de COVID-19 y 3,968 decesos por esta enfermedad.