Stoltenberg anunció que los ministros aliados acordarán un nuevo plan operacional de cara a una nueva ola de COVID-19. (ARCHIVO)
Los ministros de Defensa de la OTAN estudiarán desde este miércoles, en una videoconferencia de dos días, los preparativos ante una posible segunda oleada de coronavirus, la actualización de sus guías de resiliencia, la respuesta a las nuevas capacidades de misiles rusas, y las misiones en Afganistán e Irak.
Se espera que los ministros traten también el anuncio del presidente de EUA, Donald Trump, de que retirará la mitad de las tropas estadounidenses de Alemania y las dejará en unas 25,000 personas.
"Ahora, la OTAN se está preparando para cualquier futura crisis sanitaria", afirmó el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa previa a la reunión de los ministros.
Stoltenberg anunció que los ministros aliados acordarán un nuevo plan operacional de cara a una posible segunda oleada de COVID-19, una reserva de equipos médicos para proporcionar asistencia inmediata a países aliados y socios, y un fondo para adquirir suministros médicos críticos.
Según dijo, estos tres elementos juntos "garantizarán que podamos reforzar nuestra respuesta ante una segunda oleada de la pandemia".
Desde el comienzo de ésta, la OTAN y las Fuerzas Armadas de los aliados han apoyado los esfuerzos civiles con unos 350 vuelos que han llevado cientos de toneladas de suministros esenciales por todo el mundo, cerca de cien hospitales de campaña y más de medio millón de tropas.
Stoltenberg alertó en cualquier caso de que otras amenazas no se han visto afectadas a causa de la pandemia, y de que los ministros también discutirán sobre los requisitos de resiliencia a nivel nacional que impone la OTAN a sus miembros.
Estos requerimientos cubren sectores clave como la energía, el transporte o las telecomunicaciones, áreas en las que "cualquier vulnerabilidad puede ser explotada por potenciales adversarios", explicó.
Así, confió en que los ministros actualicen en su reunión unos requisitos básicos de resiliencia, centrados en amenazas cibernéticas a las cadenas de suministro y en la propiedad y control de esos sectores críticos en manos extranjeras.