El síndico municipal, Omar Castañeda González, se comprometió con la Iglesia Cristo Rey y con sus feligreses a coadyuvar con sus propios medios en la seguridad de la misma y donar materiales de construcción para reforzar el edificio que es uno de los más apreciados por la comunidad. (DIANA GONZÁLEZ)
El síndico municipal, Omar Castañeda González, se comprometió con la Iglesia Cristo Rey y con sus feligreses a coadyuvar con sus propios medios en la seguridad de la misma y donar materiales de construcción para reforzar el edificio que es uno de los más apreciados por la comunidad.
El Siglo de Torreón informó que ladrones ingresaron por una ventana en octubre pasado, quitando la reja de protección, lo que provocó la indignación de toda la comunidad de la zona conocida como Trincheras.
El robo se suscitó hace un mes en la capellanía Cristo Rey de esta colonia Francisco Zarco donde además los ladrones causaron múltiples daños.
Ayer el síndico municipal, Omar Castañeda, dijo que personalmente habrá de llevar al menos 4 cámaras de videovigilancia para contar con un circuito cerrado además de materiales de construcción así como otros suministros para reforzar diversas áreas de la iglesia pues además la comunidad teme por la integridad física del sacerdote.
"Mi compromiso siempre es con la comunidad, conocemos a toda la gente de Trincheras y que tengan la certeza que no los vamos a dejar solos. Nosotros estamos para servir al pueblo y así lo hemos hecho desde que estamos aquí", dijo el síndico municipal.
El presbítero, Juan Fernando Arellano Villegas, dijo que la comunidad católica de esta capilla se vio sumamente triste luego de que los responsables entraron por una ventana a la cual quitaron la reja que la cubría para ingresar por la Sacristía sin ningún respeto por esta casa de oración.
Los responsables robaron el sonido, dos incensarios, el teclado de un órgano, intentaron abrir el Sagrario, también se llevaron dinero en monedas de una alcancía donde los feligreses depositan sus monedas.
El robo fue por más de 15 mil pesos pero la indignación que provocó fue mayor que el daño material puesto que durante más de 60 años que lleva esta iglesia jamás se había suscitado esta situación.
Esta iglesia tiene una capacidad para más de 300 personas y se ofrecen tres misas los domingos y entre semana una por las tardes.
"Vamos a hacer todo lo necesario para que la iglesia quede reforzada, el sacerdote esté seguro y la comunidad pueda estar tranquila de que sus peticiones son atendidas por un servidor y por el gobierno de la alcaldesa Marina Vitela", dijo el síndico municipal.
