Nuestro cerebro reacciona a los alimentos que ingerimos de la misma forma que sucede con el resto del cuerpo. (ESPECIAL)
Nuestro cerebro reacciona a los alimentos que ingerimos de la misma forma que sucede con el resto del cuerpo.
Aunque la mayoría de los alimentos contienen nutrientes importantes para la formación del tejido cerebral, algunos son especialmente importantes para reforzar el resultado de las tareas, como las semillas, el pescado, aguacate, y alimentos verdes.
Sin embargo, cuando no llevas una alimentación adecuada, no sólo daña tu apariencia tomando unos kilos “de más” o genera celulitis, sino que también puede dañar tu cerebro.
La comida chatarra es muy perjudicial para las células nerviosas. Los principales efectos que tiene sobre la salud mental son:
*Disminución de la capacidad de concentración, memoria y aprendizaje.
*Reducción de la energía y mal humor.
*Alteración de la química cerebral.
La comida chatarra es considerada como compuesta por calorías vacías, que te llevan a sentirte cansado y débil, así como hambriento luego de unas horas después de haber comido.
Además, una gran cantidad de azúcar implica que los tejidos absorben las glucosa de una forma tan rápida que te deja casado e irritable.
Los alimentos ricos en azúcar y grasas estimulan la liberación de opioides y dopamina, misma sustancia que el cerebro segrega con el consumo de ciertas drogas, por lo que se puede llegar a generar ansiedad y síndrome de abstinencia a privarse de la comida chatarra.
Un estudio publicado por la Revista Internacional de Alimentación y Nutrición, demostró que el aumento en el consumo de azúcar está asociada directamente con el trastorno bipolar, mientras que los alimentos fritos y granos procesados lo relacionaron con la depresión.
A lo que se sugirió que debía comenzarse a adoptar una dieta mediterránea que incluye el consumo de granos, verduras, pescado, vino, frutas secas y otra gama de nutrientes necesarios para el organismo.
Una alimentación equilibrada es el primer paso para conseguir una salud física y mental estable y eficiente. No debes banalizar el impacto que tiene algunos hábitos rutinarios, por muy normales que puedan parecer.