El gobernador priista de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, se declaró en contra de 'las malas prácticas' del outsourcing, pero rechazo que la figura sea prohibida porque 'representaría un daño económico irreversible, así como la pérdida de inversiones y de fuentes formales de empleo para todo el país y desde luego para nuestro estado'. (CORTESÍA)
El gobernador priista de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, se declaró en contra de "las malas prácticas" del outsourcing, pero rechazó que la figura sea prohibida porque "representaría un daño económico irreversible, así como la pérdida de inversiones y de fuentes formales de empleo para todo el país y desde luego para nuestro estado".
Agregó que de ser eliminado, como plantea el gobierno federal, provocaría que diversos sectores económicos y empresas "pierdan competitividad, desalentando además la inversión extranjera directa".
Aseguró que representantes de los dos principales partidos en Estados Unidos los Republicanos y Demócratas coincidieron que "sería muy peligroso, ya que pudiera verse seriamente afectada la relación comercial entre los países integrantes del T-MEC".