El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado este lunes un toque de queda completo de cuatro días a partir de Nochevieja y hasta la mañana del lunes 4 de enero para ralentizar la expansión de la pandemia de coronavirus. (ARCHIVO)
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado este lunes un toque de queda completo de cuatro días a partir de Nochevieja y hasta la mañana del lunes 4 de enero para ralentizar la expansión de la pandemia de coronavirus.
La medida alarga para la fiesta del fin de año los toques de queda completos de fin de semana, que Turquía estableció a mediados del mes pasado y que rigen desde las nueve de la noche de un viernes hasta las cinco de la mañana del lunes.
Aunque la primera oleada de la COVID-19 afectó a Turquía en menor medida que a otros países europeos, en el último mes, las cifras de contagios y muertes se han disparado.
Hoy mismo se ha registrado un nuevo récord de fallecimientos, con 229 muertes en 24 horas, tres más que el viernes, la cifra más alta hasta ahora.
Además, el Ministerio de Salud ha contabilizado 29,000 contagios, entre los que hay 5,000 pacientes, es decir personas con síntomas importantes, en este país de 80 millones de habitantes.
Erdogan criticó en su discurso a quienes cuestionan las cifras oficiales, en referencia a la oposición, que lleva semanas denunciando que el número de muertes causadas por la pandemia es mucho mayor.
Así, el registro municipal de fallecimientos de Estambul, ciudad que con 16 millones de habitantes alberga la quinta parte de la población turca, muestra cada día entre 350 y 400 muertes, es decir de 150 a 200 más de lo habitual.
Erdogan anunció asimismo la extensión de medidas sociales para paliar los efectos de la pandemia, entre ellas la reducción de impuestos, ayudas por valor de entre 50 y 100 euros al mes y un pago de mil liras mensuales (aproximadamente 100 euros) a 1.2 millones de personas.
