Del recuerdo. Thalía y Laura Zapata con su abuelita, Eva Monge. (Especial)
Laura Zapata sólo espera luz verde por parte del geriatra para que pueda sacar a su abuela, Eva Mange, del asilo donde se encuentra y llevarla a casa.
Hace dos semanas la actriz denunció que su familiar, de 103 años, presentaba heridas en el cuerpo por mala atención, levantando una denuncia contra la persona que la cuidaba y quien resultara responsable.
Autoridades del Estado de México, tras una revisión, decidieron sellar el inmueble con avisos de suspensión de actividades.
"Aquí seguimos porque nos recomendó no moverla al no estar el cien por ciento y no quiero deteriorar", dice la actriz.
"Ahorita estoy con ella y está mejor, de repente le baja la presión o le sube, ahora estamos esperando a la doctora para que le haga las curaciones", detalla vía telefónica.
Esta misma semana las reacciones contra Zapata han llegado por parte de los demás residentes, quienes han dicho la demandarán por poner en riesgo la vida de sus familiares.
Y la mujer que estaba al cuidado de su abuela aseguró que la entrevistada no se presentaba mucho a ver a su abuela y, además, no había sido contratada como enfermera.
También dijo que ella curaba las heridas que se presentaban y que personal médico del asilo, no se presentaba a revisarla.
"Los felicito porque no han pasado por lo que mi familia está pasando y ojalá nunca lleguen a eso; cada quien puede hacer o decir lo que quiera, cada quien actúa como le dicta su consciencia", expresó.
"Yo no permití que por la felicidad de algunos viejitos sufra mi abuela o la pase mal y mientras me quede calladita", subraya Zapata, agregando que es una decisión de ella y Thalía.
Reitera que el asilo cerró sus puertas debido a la pandemia, por lo cual no iba de visita.
"Y ella (la chica) si es enfermera porque la contratamos así, no gana lo mismo una enfermera que una cuidadora, pero era como acompañamiento y cuidados, además es un lugar que dice tienen médico las 24 horas y tendría que haber cuidados", insistió.
A pregunto expresa indica que la agencia a la cual pertenece la mujer contratada desde el primer día dio su respaldo a ella y su abuela.
"Pero no necesito que estén conmigo, estoy yo con la verdad en la mano. (Las familias de residentes) pueden decirme misa, que si falto, que si grito, aquí de lo que se está hablando es del delito cometido sobre la persona de mi abuela", recalcó.