Pensamiento. Para José Ortega y Gasset, el ser humano forma un conjunto con su circunstancia, lo que le permite añadir significados a su existencia. (ARCHIVO)
El esfuerzo intelectual traslada al ser humano hacia un rincón solitario, donde el pensamiento es resultado de la meditación. En los textos de José Ortega y Gasset se habla de una necesidad de ideas. Para él, la genialidad está acompañada del placer y el acercamiento hacia la filosofía se transforma según el periodo histórico.
José Ortega y Gasset nació el 9 de mayo de 1883 en Madrid, España, arropado por una familia burguesa de ideología liberal. Estudió filosofía y letras en la Universidad Central de Madrid (precedente de la actual Universidad Complutense). Tuvo también la oportunidad de estudiar en instituciones alemanas, donde incluso fue alumno de Edmund Husserl (considerado el padre del movimiento fenomenológico). Su obra es el nexo entre los pensadores de la Generación del 98 (Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Ricardo, Borja, etcétera) y la Generación del 27 (Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, etcétera).
El filósofo español era un hombre preocupado por el bajo nivel cultural que presentaba España en comparación al resto de Europa, por eso se dedicó a escribir sus obras con carácter claro y accesible para el público. Él mismo mencionó en su ensayo ¿Qué es la filosofía?: “Siempre he creído que la claridad es la cortesía del filósofo”.
Esta claridad también se debe a su educación como periodista, pues fue hijo de José Ortega Munilla, quien llegó a ser director de El Imparcial, uno de los diarios más respetados de España durante la primera mitad del siglo XX. Incluso, gran parte de su obra está formada por artículos periodísticos.
YO SOY YO Y MI CIRCUNSTANCIA Poco antes de estallar la Primera Guerra Mundial, José Ortega y Gasset publicó su primera obra: Meditaciones del Quijote (1914). En ella acuñó la frase que enmarcaría al resto de su trabajo: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”.
Para el pensador español, el ser humano construye su propia biografía de vida, es un quehacer constante ante el tiempo. Sin embargo, esta acción no es individual, sino que el sujeto se ve afectado por aquello que sucede en su entorno. Cabe señalar que no se trata de una excusa y que es una frase comúnmente tergiversada. Lo que Ortega y Gasset quiso decir es que el Yo no puede separarse de su medio, es un conjunto, si cambia uno también cambia el otro.
Así, el ser humano está deseoso de significados, los busca y los propone para nombrar al medio que lo complementa. “La profundidad está condenada de una manera fatal a convertirse en superficie si quiere manifestarse”.
¿Qué es filosofía? (1957), es un ensayo realizado en 1929 a raíz de un curso que el filósofo impartía en la Universidad de Madrid, pero que después tuvo que realizar en un teatro debido al cierre de la institución por cuestiones políticas.
En el ensayo resuenan ideas interesantes como: “Es pues el pensamiento un punto donde se tocan dos orbes de consistencia antagónica.
Nuestros pensamientos nacen y mueren, pasan, vuelven, sucumben. Mientras tanto su contenido, lo pensado, permanece invariable. Dos y dos siguen siendo cuatro cuando el acto intelectual en que lo entendimos ha dejado de ser. Pero aun decir esto, decir que las verdades lo son siempre, es una expresión inadecuada”.
Ortega y Gasset reflexionó así sobre las “verdades eternas”. Para él, no existen estas verdades absolutas, sino que se tratan de perspectivas sobre la verdad.
Esto también recuerda a la frase: “Como no se puede inventar la realidad tampoco puede fingirse el punto de vista”, incluida en El espectador, ocho volúmenes publicados entre 1916 y 1934, cuyos artículos abordan los principales temas de interés del autor.
En los años setenta, la editorial Salvat publicó una selección de estos artículos en una breve antología, para su colección Biblioteca básica. La edición todavía se puede encontrar en algunas librerías de viejo. En ella también se habla de la estructura de la vida, porque “vivir es esencialmente y antes que toda cosa, estructura: una pésima estructura es mejor que ninguna”.
La influencia fue tan grande en su tiempo que en el libro Historia de la filosofía en México (1943), Samuel Ramos escribe un apartado sobre la influencia del pensamiento de José Ortega y Gasset en nuestro país, donde atribuye a la frase “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, su propiedad como piedra angular del pensamiento desarrollado a nivel nacional.
Actualmente su obra sigue teniendo eco y presencia. José Ortega y Gasset murió en Madrid, el 18 de octubre de 1955 tras un cáncer que afectaba su aparato digestivo. El gobierno franquista no titubeó al exigir a los periódicos españoles que, al redactar las notas sobre el suceso, omitieran sus “errores políticos y religiosos”, pues el filósofo no simpatizaba con la derecha y se había convertido en agnóstico.
¿DÓNDE LEERLO?
La obra de Ortega y Gasset está publicada en México por distintas editoriales, pero es quizá la colección Sepan Cuantos de Editorial Porrúa la más interesante por su buena edición y precio accesible. En esta colección podemos encontrar libros como La deshumanización del Arte / Velázquez / Goya, ¿Qué es filosofía? / Unas lecciones de metafísica, así como En torno a Galileo / El hombre y la gente. Para los coleccionistas (ya que son ejemplares difíciles de conseguir), puede interesar la colección Grandes Pensadores de la Editorial Gredos, pues en dos ejemplares dedicados a Ortega y Gasset se contiene Meditaciones del Quijote, ¿Qué es filosofía? y La rebelión de las masas, así como Pidiendo un Goethe desde dentro, En torno a Galileo, Historia como sistema, Ideas y creencias, Prólogo a la Historia de la filosofía de Émile Bréhier y La idea de principio en Leibniz.