Londres, INGLATERRA.- El veterano actor irlandés Richard Harris falleció ayer en un hospital de Londres a los 72 años, según confirmó un portavoz de la familia.
Harris, cuyo último papel en el cine fue el de Albus Dumbledore en las películas de Harry Potter, padecía la enfermedad de Hodgkin. El portavoz afirmó que el entrañable “Hombre llamado caballo” murió “plácidamente” en el University College Hospital.
“Con gran tristeza, Damian, Jared y Jamie Harris anunciaron la muerte de su amado padre, Richard Harris”, dijo la familia en un comunicado. Añadió que el actor falleció en el hospital donde se lo trataba por el mal de Hodgkin.
Hombre alto, robusto y de rostro curtido por la intemperie, Harris nunca tuvo figura de astro de cine. El crítico Clive Barnes dijo que formaba parte de una nueva raza de actores británicos.
“Más rudos, duros, iracundos y apasionados que sus cultos antecesores... muchachos salvajes con vidas privadas muy coloridas e imagen pública a veces truculenta”, dijo.
Otro crítico lo juntó con Albert Finney y Peter O’Toole como los tres mejores actores jóvenes de la escena inglesa.
Ganó el premio al mejor actor en el festival de Cannes de 1963 por This Sporting Life.
Otros papeles importantes incluyen Major Dundee, Hawaii, Camelot, The Molly Maguires y Un Hombre Llamado Caballo.
Nacido el 1 de octubre de 1930 en Limerick, en el sur de Irlanda, Harris sufrió de tuberculosis en la adolescencia, lo que dio luego a su trabajo un aire introspectivo y sombrío.
Estudió en la Academia de Música y Artes Dramáticos de Londres.
Luego se unió a la compañía Theatre Workshop, vanguardia del teatro realista y experimental británico.
Lee Strasberg, del Actors Studio de Nueva York, dijo luego de verlo en un papel breve que le había causado el “impacto más fuerte” en Gran Bretaña.
Recibió elogios por su actuación en Motín a Bordo, protagonizada por Marlon Brando, a pesar de que la película en sí recibió malas críticas.
Su papel como un minero violento en This Sporting Life, de Lindsay Anderson, su primer protagónico, obtuvo las mejores críticas y lo convirtió en una figura de primer orden en Londres y Nueva York.
Su último papel fue el del profesor Albus Dumbledore en los dos primeros filmes de la serie de Harry Potter.