LA JORNADA
México, D.F.- A punto de cerrar el capítulo México y regresar a Estados Unidos donde se insertará de inmediato en el mundo académico desde la Universidad de Harvard, el embajador de Estados Unidos, Jeffrey Davidow asegura que en todos estos años, respetó la soberanía nacional y “ni una vez” comentó sobre temas netamente políticos del país.
Eso no le impide esta vez, reiterar su desacuerdo con la decisión mexicana de abandonar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), porque según él, luego del 11 de septiembre quedó claro “que sí hay amenazas a la seguridad hemisférica”.
Lo del TIAR, indica, es una decisión ya anunciada por parte de México. No estamos de acuerdo con ella pero, otra vez, es una decisión. Desde nuestro punto de vista, salir del TIAR antes de construir nuevos sistemas de la colaboración hemisférica nos parece algo... una decisión netamente mexicana con la cual no estamos de acuerdo”.
No se trata, añade el diplomático, de decir quién pierde con esta determinación mexicana, “pero creo que es importante en un mundo cada día más peligroso que colaboremos de las maneras posibles para asegurar la seguridad de todos los países”.
Plantea sin embargo que la ratificación de México de abandonar ese mecanismo de cooperación, no tendrá efectos sobre la relación bilateral. Ahora además analiza, un año después, la actitud del gobierno de Vicente Fox ante la incondicionalidad que demandaba Estados Unidos para responder a los atentados a Nueva York y Washington y señala que aquella se inscribió en un debate que existía entonces -”y aún se da”-entre el canciller Jorge G. Castañeda y el Congreso.
“Pero eso fue algo más doméstico que internacional, y francamente después del 11 de septiembre, el pueblo y el gobierno de Estados Unidos no estaban prestando mucha atención a la reacción mexicana, teníamos otros problemas”.
En una charla en las oficinas de la representación estadounidense, Davidow asegura que “la mayor parte” de la relación bilateral anda “bastante bien” porque se ha desarrollado un nuevo modo de resolver los problemas donde los gobiernos han adoptado el mecanismo de empezar siempre por el reconocimiento de la responsabilidad compartida y se desterró la manera “preferida” de antaño de, ante cualquier eventualidad, “echar la culpa al otro lado de la frontera”. Conviene sin embargo en que a pesar de los avances logrados, “el narcotráfico sigue siendo un grave problema”.
Por ello, y al hablar sobre la reciente cancelación del viaje que haría el presidente Fox a Texas, dice que se trató de una decisión soberana, aunque resaltó que había mucha gente en aquel estado, hombres de negocios, la comunidad de mexicanos, universitarios y demás, que se decepcionaron por la suspensión del periplo, “pero no hay nadie que diga que el presidente no tenía el derecho de asumir esa decisión”.
Respecto al acuerdo migratorio que busca afanosa la administración mexicana desde el inicio de su gestión y que se encuentra prácticamente detenido, Jeffrey Davidow convino en que los hechos de hace un año “nos distrajeron un buen rato” en ese tema, aunque luego hizo la larga reseña de los instrumentos migratorios.