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MÉXICO, DF.- El resultado que obtuvo la fiscal Margarita Guerra y Tejada después de casi 11 meses de investigación en torno a la muerte de la defensora de derechos humanos Digna Ochoa y Plácido es “suicidio disimulado” y se sustenta en más de 50 análisis periciales en materia de psicología y criminalística.
De todas las pruebas más de 30 son consideradas por criminalistas como “hechos irrefutables”, lo que significa que existen bases científicas sólidas para determinar que la abogada Digna Ochoa y Plácido no fue asesinada.
En entrevista, Guerra y Tejada expresó que la imagen de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) no quedará en entredicho ya que los resultados son contundentes, además de que fueron analizados en detalle los últimos días de Digna Ochoa quien estuvo sumergida en una fuerte depresión.
La fiscal explicó que varios factores empujaron a Digna Ochoa a suicidarse, y todos ellos confirmaron otros hechos que la misma abogada narró en vida en un diario íntimo y en correos electrónicos enviados a sus amistades.
“Ella nos habla de fantasías, de neurosis obsesivas, de períodos largos de depresión que cuando empiezan a operar en una persona que no tiene el apoyo permanente de especialista pues entonces pueden desencadenar en cualquier cosa que, desafortunadamente, siento que aquí fue lo que pasó”, precisó.
Margarita Guerra, quien presentará su informe de actividades y las conclusiones del caso, afirmó que está dispuesta a absorber “los costos” de su trabajo.
Dijo estar satisfecha de las diligencias realizadas durante casi un año, de los testimoniales recogidos entre amigos y familiares de Digna Ochoa en la capital del país y en provincia, de las pruebas periciales efectuadas, y del análisis de los últimos días de la defensora de derechos humanos. Su suicidio pudo desencadenarse por desesperación. “Literalmente se le cerró el mundo por sus conflictos amorosos, por su decepción ya que no se le apoyó económicamente con una beca para continuar sus estudios en Estados Unidos, así como por su abrupta salida tanto de la organización Miguel Agustín Pro Juárez y de la congregación en donde voluntariamente se internó para ordenarse como monja”, detalló.
Todos esos indicios confirmaron, posteriormente, otros hechos de su vida que la misma Digna Ochoa narró en un diario personal que fue encontrado en su oficina, así como en los mensajes que los peritos en electrónica pudieron rescatar de su computadora personal.
Es muy importante señalar que los peritos en criminalística sostienen que se trató de un “suicidio disimulado” al que se quiere dar apariencia de homicidio, indicó la también maestra en Derecho.
Ante la falta de apoyo de esa organización no gubernamental a su actividad Digna Ochoa quiso expresar que otros de sus compañeros podrían recurrir a esa misma actitud y sufrir depresión similar, por la supuesta ingratitud de que fue objeto.
“No fue una advertencia relacionada por sus actividades en defensa de los derechos humanos, sino una queja hacia la misma organización con cuyos integrantes terminó sus relaciones de forma intempestiva y con enemistad”, agregó Guerra y Tejada.