Factores genéticos y hereditarios influyen en su cantidad y grosor
El vello corto, fino y poco pigmentado de la infancia se convierte, con la pubertad,
en pelo terminal, más fuerte y oscuro que el anterior. Ese cambio obedece sobre todo a factores hormonales.
Los androgenos segregados por las glándulas suprarrenales son las hormonas responsables del crecimiento del pelo terminal en el pubis y las axilas de hombres y mujeres. En los varones se añaden los androgenos que producen los testículos, imprescindibles para el desarollo de la barba y de mayor cantidad de pelo en el cuerpo.
Los factores genéticos y hereditarios también influyen en la aparición del vello y pueden llegar a alterar los patrones marcados por los androgenos. De hecho, no todas las personas tienen el mismo pelo corporal.
El pelo y sus fases
La raíz del cabello se encuentra dentro de una especie de tubo, el folículo piloso, que acaba en un abultamiento llamado bulbo piloso. Si éste se destruye, el pelo desaparece definitivamente, ya que allí se hallan las células que le dan vida. Junto al folículo piloso esta la glándula sebacea, cuyas secreciones mantienen el pelo suave y flexible.
La formación del pelo se efectúa en tres fases: Crecimiento, reposo y caída. Y cada pelo tiene su propio ritmo pues, de lo contrario, caerían todos a la vez. En las mujeres el cabello crece más deprisa que en los hombres, aunque el vello corporal lo hace más despacio.
Algunas mujeres tienen un desarrollo exagerado del pelo en determinadas zonas del cuerpo. La hipertricosis, como se conoce ese fenómeno, se debe a factores genéticos o de raza. Otras desarrollan pelo en zonas donde se localiza habitualmente el vello masculino. Así, puede aparecer con mayor o menor intensidad en el labio superior, la barbilla o el abdomen. Si la cantidad de vello no es excesiva, algo relativamente frecuente, el problema no reviste importancia. Pero si es abundante y, sobre todo, si el pelo aparece de forma espontánea, nos encontraríamos ante un caso de hirsutismo ocasionado por un exceso de una hormona denominada testosterona. En esas circunstancias, habría que acudir al médico para que realice un estudio hormonal y establezca el tratamiento más adecuado.
Técnicas de depilación
Para numerosas mujeres el exceso de vello constituye un poroblema estético y psicológico. Por ello es importante conocer las diferentes técnicas que existen en la actualidad para eliminarlo, al menos de forma temporal.
Con cera
Es la forma más rápida y natural, aunque debe repetirse cada 20 o 30 díaas. Su práctica, relativamente dolorosa, posibilita que el vello se vaya debilitando poco a poco. La cera caliente se aplica especialmente en brazos y piernas, pero tambien puede emplearse en brazos y axilas. No está indicada para personas con varices o problemas circulatorios. La Cera fría es perfecta para pieles que no soportan las altas temperaturas y no tiene contraindicaciones. La cera tibia con azúcar de caña no produce irritaciones y puede usarse en cualquier zona del cuerpo.
Máquinas
Las eléctricas arrancan el pelo, son rápidas y cómodas, pero un tanto dolorosas. Ofrecen buenos resultados aunque exigen una mayor frecuencia de empleo que la cera.
Las manuales ofrecen mayor comodidad y rapidez, pero requieren un uso casi cotidiano, según los casos.
Cremas
Las cremas deshacen el pelo y son indoloras, pero resultan poco duraderas, no debilitan el pelo y pueden llegar a ocasionar irritaciones en la piel.
Láser
La energía lumínica del láser se transforma en calor y destruye el folículo piloso. Es una técnica definitive, pero muy cara. Debe realizarse en centros o gabinetes especializados.
Depilación eléctrica
La depilación eléctrica con agujas o pinzas elimina el vello de forma duradera, pero el proceso es muy lento y doloroso. Tampoco puede efectuarse en casa.