Miami, E.U.- El músico inglés Maurice Gibb, integrante del grupo de los Bee Gees, murió ayer a los 53 años de edad en el Centro Médico Mount Sinai en Miami, por problemas intestinales y cardiacos.
“A nuestros parientes, amigos y seguidores, anunciamos con gran tristeza y pesar la muerte de Maurice Gibb esta madrugada. Su amor, entusiasmo y energía por la vida siguen siendo una inspiración para todos nosotros. Todos lo extrañaremos profundamente”, indicó un comunicado de la familia.
El intérprete se encontraba en condición crítica pero estable desde que fue sometido a una intervención quirúrgica para retirarle un bloqueo intestinal, después de sufrir un colapso con intensos dolores estomacales, el jueves pasado.
El hospital indicó que antes de la operación, Gibb había “experimentado un paro cardiaco”. Su esposa Yvonne y sus dos hijos estuvieron con él en el Centro Médico Mount Sinai en Miami desde la cirugía.
Los Bee Gees (grupo integrado por Maurice, su gemelo Robin y su hermano mayor Barry) se mudaron al sur de Florida desde finales de la década de 1970. Gibb tocaba el bajo y los teclados dentro de la agrupación, cuyo nombre representa una abreviatura de Brothers Gibb (hermanos Gibb).
Los Bee Gees son miembros del Salón de la Fama del Rock and Roll, y sus contribuciones al álbum Saturday Night Fever en 1977 hicieron de ese disco la producción alusiva a una película con más ventas en la historia, 40 millones de copias.
Para algunos de sus seguidores, el hecho de que Maurice muriera a los 53 años tiene que ver con sus excesos, que a diferencia de los jóvenes del rock fallecidos de forma prematura como Jimi Hendrix o Janis Joplin nunca reflejaba en su música.
Maurice Gibb nació el 22 de diciembre de 1949 en la británica isla de Man, pero pronto se mudó con su familia a Manchester, donde la carrera de los hermanos cantantes tuvo un modesto comienzo. Fue en un cine donde Maurice, Robin y Barry cantaron por primera vez éxitos del momento e imitaron los movimientos de las estrellas.
El éxito llegó solo cuando la familia echó raíces en Australia, en busca de una vida mejor. La banda vendió más de 110 millones de copias de sus álbumes.
El dinero y la fama se le subieron a la cabeza a Maurice, más que a sus hermanos. Una vez, llegó a comprar en Londres en unos pocos días un Rolls Royce, un Bentley y un Aston Martin, sin que eso lo hiciera más feliz.
Los periódicos se llenaron de escándalos por sus peleas con su primera mujer, la cantante Lulú, así como por las fiestas y el consumo de drogas.
En 1973, Maurice se separó de Lulú, con la que con el tiempo mantuvo una buena amistad.
Muchas veces el bajista intentó permanecer “limpio”, pero después de la muerte en 1988 de su hermano menor Andy -que nunca tocó en los Bee Gees- no dejó la botella durante mucho tiempo.
Finalmente encontró una mayor felicidad y tranquilidad con su segunda esposa, Yvonne, con quien vivió junto a sus hijos Adam y Samantha en las bellas playas de Miami Beach, hasta que los excesos del pasado le pasaron la factura.
Los chicos “buenos” del rock
Maurice Gibb nunca dejó de estar bajo la sombra de su hermano mellizo Robin, pero junto con los Bee Gees perteneció sin duda a los grandes del mundo del pop y del rock.
Maurice fue considerado por algunos críticos como el “Tercer Bee Gee”. Sin embargo, entre ellos esto no era un tema que causara dificultades. “Siempre estábamos juntos, desde niños”, afirmó su gemelo Robin Gibb en una entrevista.
“Nuestra familia era entonces bastante pobre y teníamos que dormir los tres en una misma cama. Donde podíamos cantábamos juntos, en general canciones melódicas de la radio, de bandas que no conocíamos para nada”, dijo en su momento.
Fueron además muy estimulados por su padre, que encabezaba una pequeña banda sin mucho éxito y por su madre, que era cantante.
Los Bee Gees fueron igual de populares que The Rolling Stones o The Beatles y sin embargo muy diferentes. Como los “rockeros buenos”, en los años 70 fueron la perfecta contrapartida del sonido brutalmente irónico y cargado de erotismo de los Stones y del ritmo más exigente de Lennon-McCartney. El “nicho” al que apuntaban los Bee Gees era tan grande que conquistaron a un público de millones.
En su trayectoria de más de 30 años crearon un enorme catálogo de éxitos del pop, cuya calidad sobrevive al paso del tiempo pese a la buena porción de frivolidad que contienen. La nuevas versiones que otros grupos realizan de sus canciones son una muestra de ello.
Toma por sorpresa a sus hermanos
Maurice Gibb, cuya voz es tal vez la menos familiar para el público, generalmente fue vocalista de armonía y de fondo.
Los familiares y amigos de Maurice expresaron esperanzas hace sólo dos días de que el cantante ya se recuperaba.
El viernes, la representante de los Bee Gees, Carol Peters, dijo que Maurice inicialmente salió de la cirugía en condición crítica, pero había “abierto los ojos” y movido los dedos y los pies, lo que era buena señal.
El hermano gemelo de Maurice, Robin, dijo en una entrevista de televisión transmitida el viernes en Gran Bretaña, que el malestar de su hermano tomó a todos por sorpresa, pero “los órganos vitales de Maurice están A-1 y se está recuperando”.
Desaparece la magia del grupo
Después de cuatro décadas con temas como Massachusetts Saturday Night Fever, el grupo deja para siempre los escenarios.
Los Bee Gees desaparecieron para siempre con la muerte de Maurice Gibb, uno de los tres hermanos que formaron este popular grupo británico de los años sesenta.
Maurice, guitarra, teclado, percusión y una de las voces de los Bee Gees, falleció la madrugada del domingo en el hospital Mount Sinai de Miami a los 53 años.
El artista, casado y con dos hijos, padecía muchos problemas de salud, por haber abusado del alcohol durante buena parte de su vida.
Los Bee Gees eran tres hermanos que cantaban muy bien ya desde niños. Si algo definiría más tarde al grupo; si en algo estuvo el secreto de su éxito fue ese juego de voces suaves, casi melosas, a veces en falsete y siempre con una maravillosa armonía.
Al lamentar la muerte de Maurice Gibb, el crítico musical Paul Gambaccini comentó que los Bee Gees tenían “una voz, una armonía tan intensa, tan íntima que sólo podía darse entre hermanos”.
Y el propio Maurice llegó a decir: “Uno de nosotros, vale; dos de nosotros está muy bien; pero con los tres juntos, llega la magia”.
Revolucionaron la música de los años 70
Los Bee Gees, banda conformada por los mellizos Maurice y Robin, junto con su hermano mayor Barry, han residido en el sur de la Florida desde finales de la década de 1970.
-El hermano menor, Andy, quien realizó una exitosa carrera como solista, murió en 1988, a los 30 años, debido a una insuficiencia cardiaca.
-El grupo revolucionó la música disco en la década de los años 70, después de realizar la banda sonora de la película Saturday Night Fever con John Travolta.
-Los Bee Gees son los únicos artistas que han situado en el número uno seis sencillos seguidos compuestos y producidos por ellos mismos.
-Han obtenido dieciséis nominaciones a los premios Grammy y han conseguido siete. Forman parte del Rock & Roll Hall of Fame tanto en Estados Unidos como en Australia y han sido galardonados con el Brit Award por su Destacada Contribución a la Música.
-Escribieron y produjeron canciones para Barbra Streisand, Diana Ross y Dionne Warwick en la década de 1980. También escribieron Islands in the Stream para Kenny Rogers y Dolly Parton.
-Los Gibb nacieron en la Isla de Man y vivieron una temporada en la ciudad inglesa de Manchester, antes de que toda la familia se trasladara a Australia.
-En un país, en un mundo, en una década dominada por los Beatles y los Rolling Stones, los hermanos Gibb consiguieron colocar canciones como Massachusetts, I Started a Joke o Gotta Get a Message to You en la lista de los más vendidos.
-En 2002, les llegó el reconocimiento oficial de su país, cuando les fue concedida la Orden del Imperio Británico en su grado de comandante.