México, DF.- Ese hombre que despertara pasiones en la obra 23 Centímetros, es el mismo que actualmente le quita el sueño a todas las jovencitas que ven el melodrama Alegrijes y Rebujos.
Luis Roberto Guzmán es fuerte, dedicado y con muchas ganas de salir adelante. Al igual que su personaje de Bruno le gusta mucho hacer deporte, y no sólo por los beneficios que le trae en su salud, sino porque gracias al deporte no cayó en las garras de la drogadicción cuando era niño.
?¡Qué coincidencia!, pero al igual que el personaje al que le doy vida en Alegrijes yo me adentré en el deporte porque pasaba mucho tiempo sólo en mi casa. Mi padre había muerto y yo tenía diez años, mi madre trabajaba así que llegaba de la escuela hacía las tareas y después de eso tenía mucho tiempo libre y quería invertirlo en algo?.
Vivía en Río Piedras, Puerto Rico; allí existía una liga de béisbol en la que entró a los siete años y salió hasta los 16. Pasó la mayor parte de sus días en el campo de juego.
?Para mí el deporte es como un vicio, un vicio positivo, a mi se me pudo hacer muy fácil caer en mi niñez y juventud en un ambiente denso, muy dañino para la salud o hasta arriesgar mi vida ya que me desenvolví y crecí en un lugar donde se distribuían drogas, había mucha violencia, crecí con gente peligrosa pero también con personas maravillosas.
-¿Es decir que el deporte te salvó de las drogas?
?Por supuesto, estaba ocupado en cuerpo y mente, también mi núcleo familiar fue muy importante, más cuando deje el deporte después que mi padre murió, yo estaba muy pequeño pero sin lugar a dudas el practicar deporte me hizo ver la vida de otra manera.
En la puesta en escena 23 Centímetros, Guzmán practicaba otro tipo de ?deporte?: el de sexoservidor. Ahí su papel le exigía aparecer desnudo en el escenario, lo que en un principio fue ?la carnada? para que buen número de mujeres acudiera al teatro.
-¿Este tipo de obras marcan a un actor? ?¡No! Yo no soy un actor de obra erótica. Cada trabajo marca tu carrera y debe dejar una ciencia en ti. Cada cosa debes hacerla con amor. Para hacer algo erótico no hubiera estudiado en la universidad. El tema aquí es el de un sexoservidor, salgo desnudo, pero es un desnudo lo más natural del mundo; lo que pasa es que hemos tenido muchos tabúes sobre el cuerpo humano y su desnudez- dijo al cumplirse las cien representaciones de la obra.
Con papeles tiernos y otros más sensuales, como malvado o un príncipe azul; de cualquier forma, Luis Roberto Guzmán seguirá tratando de que la gente lo identifique como un buen actor y no solamente como el que tiene un buen cuerpo.