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México, DF.- Debido a la recurrente escasez de agua en México, se requiere del manejo integrado de cuencas hidrológicas, para lo cual la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) diseñó un Sistema de Coordinaciones de Cuenca en 16 regiones del país.
Considerada apenas una propuesta nacional, cuyo proyecto piloto es la recientemente anunciada Coordinación de la Cuenca de México, el Manejo Integral de Cuencas permitirá abordar el problema ambiental, en particular el del agua, a través de la interacción de los factores biológicos, económicos, políticos y sociales.
Para ello se ha dividido al país en las regiones Alto Norte I, que comprende fundamentalmente el estado de Sonora; Armería II, el estado de Jalisco y alrededores; Baja California III, la península completa; Balsas IV, el estado de Guerrero y contornos; Bravo V, en la zona fronteriza de Coahuila y Tamaulipas; Conchos VI, Chihuahua.
Luego se ubica la Cuenca de México VII, primera coordinación que ha iniciado funciones y que involucra al Distrito Federal y parte de los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala; Frontera Sur VIII, Chiapas y Tabasco; Golfo Centro IX, Veracruz y Oaxaca; Lerma-Santiago X, parte de Jalisco y estados del centro; Nazas-Aguanaval XI, al norte de la República; Pacífico Norte XII, Sinaloa.
La región Pacífico Sur XIII, Oaxaca y Guerrero; Pánuco-Soto la Marina XIV, Tamaulipas, Península de Yucatán XV, que comprende Campeche, Quintana Roo y Yucatán; y Salado XVI, Nuevo León y estados aledaños.
Según información de la Semarnat, una cuenca es una superficie terrestre donde toda el agua que ingresa en ella drena hacia un mismo punto, por lo que el manejo integrado de cuencas permitirá el manejo conjunto y coordinado de los recursos naturales (suelo, agua, vegetación, fauna y aire), para detener y revertir el deterioro de los ecosistemas ahí localizados y promover el desarrollo sostenible regional.
Al respecto, el biólogo Aníbal Huerta López, presidente de la Asociación Mexicana para la Conservación de Áreas Naturales Protegidas, ponderó la importancia de las cuencas hidrológicas y que con anterioridad se habían manejado sin una “perspectiva ecosistémica”, pese a la interdependencia entre las comunidades humanas y el entorno ambiental.
Consideró que el manejo integral de cuencas es un planteamiento esperado por las organizaciones de la sociedad civil, académicos y ciudadanos preocupados por la calidad ambiental, por lo que la propuesta de la Semarnat es bienvenida, sobre todo porque está inspirada en las bases del desarrollo sustentable.
Según la experiencia en muchos países, “el manejo integral de cuencas es la mejor alternativa para detener y revertir el deterioro ambiental de las cuencas nacionales, pero sobre todo la Cuenca de México, una de las más severamente dañadas a nivel mundial”, precisó.
No obstante, advirtió, el manejo integral de cuencas necesita la participación y colaboración de los diversos sectores sociales y productivos, a fin de conciliar los intereses entre la producción y la conservación de los ecosistemas naturales y sus recursos.
En ese sentido, se necesita de la búsqueda de una mejor calidad de vida para los habitantes de este país, que contenga criterios de eficacia y equidad, así como el compromiso de incluir el manejo integral de las cuencas hidrográficas en las políticas, programas y estrategias para el desarrollo sustentable nacional.
Para lograr tales expectativas es necesario construir un marco conceptual y metodológico para el manejo, la conservación y el desarrollo sustentable de las cuencas hidrográficas, y elaborar un diagnóstico actualizado con la información disponible, a fin de crear un proceso de planificación estratégico serio y documentado.
