Cuatrociénegas, Coah.- Hasta un metro ha bajado en un mes el nivel del agua de las pozas de la reserva de la biosfera, conocida como el Valle de Cuatrociénegas, reconoció la encargada de la zona protegida, Susana Moncada. En tanto que los lugareños, argumentan que el daño se debe a las perforaciones de los lecheros laguneros en el Valle del Hundido, distante a 60 kilómetros.
“Lo que existe en el Valle del Hundido (las perforaciones), es una amenaza para el Valle de Cuatrociénegas; eso no se puede negar”, expresó la responsable del cuidado de las pozas, donde habita una especie de tortuga única en el mundo.
Indicó hace un mes el aforo de los manantiales que surten de agua a las pozas, era de 800 metros por segundo, y que ahora se registra en 600 metros por segundo.
Dijo que esto ya lo informó a la Comisión Nacional de Zonas Protegidas, de donde depende esta zona, y que esta en espera de respuesta de la ciudad de México.
Indicó que hay varios factores que podrían ser los causantes de la baja del nivel del agua, pero que habría que esperar más tiempo para observar el comportamiento de las mediciones y monitoreo del flujo del agua.
“Hay una realidad que nosotros no podemos decir que no existe. Hay una fuerte baja del nivel freático de la Poza de la Becerra, donde se esta agotando el acuífero”, sostuvo la funcionaria.
En el recorrido que hizo EL SIGLO por la zona de las pozas, se observa que son ciertas las denuncias de los campesinos del lugar, pese a que las autoridades de la materia lo niegan o simplemente lo desconocen.
Una de las más afectadas es la Poza de la Becerra, en la que claramente se puede ver que bajó sensiblemente su nivel de agua en días recientes, según las huellas que hay en sus lodosas orillas.
Un grupo de lugareños acompañó a EL SIGLO en su visita a las pozas, para indicar los daños que han sufrido y para denunciar públicamente a las autoridades de ecología y a la CNA, por lo que consideraron una falta de interés para proteger la zona.
En tanto, en Cuatrociénegas se formó un frente de vecinos para solicitar la intervención de la Contraloría federal en este caso, a fin de que investigue la actuación del director de la CNA, Cristóbal Jaime Jacques, de quien dijeron que protege a los lecheros laguneros.
Continúa día y noche la extracción de agua
CUATROCIENEGAS, Coah.- El nivel del agua de la Reserva Mundial de la Biosfera conocida como “Las Pozas de Cuatrociénegas”, ha bajado un metro en poco más de un mes; a la par que continúa día y noche la incesante extracción de agua por los lecheros laguneros a 60 kilómetros de este parque natural, en el Valle del Hundido.
Ante esto, y desesperados por la falta de apoyo, más de 200 cieneguenses firmaron una queja para pedir a la Contraloría federal que investigue al director nacional de la CNA, Cristóbal Jaime Jacques, por considerar que actúa como juez y parte, al permitir “el saqueo” del vital líquido.
De lo anterior fue testigo EL SIGLO durante un recorrido que hizo el senador del PAN, Luis Rico Samaniego, un geólogo que pidió su anonimato, el alcalde Sergio Carielo, y ciudadanos, por las partes donde se extrae el agua para riego de los campos de alfalfa, y por la zona de las pozas en las que se encuentra una especie de tortuga única en el mundo; la que ahora, junto con miles de peces y diversa fauna y flora acuáticas, enfrenta el peligro de su pronta extinción.
EL VALLE DE LAS CALAVERAS: SECO Y ABANDONADO
El primer sitio visitado fue el Valle del Hundido, un semidesértico y árido lugar de temperaturas extremas, donde en su profundidad hay agua almacenada. Esta zona, según el decir de los lugareños, era un vergel todavía hace más de un lustro. Ahora, solo se observa tierra yerma, matorrales y árboles secos, y vestigios de lo que fueron parcelas y corrales para ganado.
Todo esto se lo acabó la sobreexplotación de los mantos acuíferos, por agricultores, ganaderos y empresas, que desde hace más de diez años comenzaron a extraer el agua sin medida alguna.
Aquí, se pueden ver lo que los campesinos llaman “abras” o profundas y anchas grietas que hay en la tierra, donde hubo vegetación o surcos de cultivo, causadas por la extracción del agua del subsuelo. Al extraer el agua se causaron los hundimientos, pese a que las zonas de bombeo se ubican a kilómetros de distancia.
“Cuando comenzaron a perforar, nosotros no estuvimos de acuerdo, pero las autoridades nos dijeron que no nos iba a afectar porque los pozos estaban muy lejos, pero mire como quedó el lugar, y así nos dicen del Valle del Hundido”, le dijo un lugareño al senador.
En este lugar, según quedó de manifiesto, extrae agua Soriana mediante siete pozos, y se calcula que las perforaciones puedan medir hasta más de 90 metros de profundidad. Se considera que en conjunto la totalidad de todos los aforos de todos los concesionarios, pueda sumar más de 800 mil millones de metros cúbicos al año.
Se indicó que hace 10 años para sacar agua del valle, se perforaba a 20 o 25 metros, pero que ahora a causa de la sobre explotación, se tiene que cavar hasta una profundidad de 90 a 100 metros.
LOS OASIS DEL VALLE DEL HUNDIDO
El Valle del Hundido, otro desértico lugar, es una árida planicie “hasta donde alcanza la vista”, que parte en dos la carretera que lleva de Cuatrociénegas a San Pedro. Aquí llegaron hace meses un grupo de lecheros laguneros a explotar los mantos acuíferos de la zona, a fin de cultivar alfalfa para las vacas lecheras.
En poco tiempo, “de la noche a la mañana” según el decir de los lugareños, los lecheros con su maquinaria pesada desmontaron y aplanaron grandes extensiones del desértico valle que convirtieron en verdes oasis de alfalfa, donde se observan los sistemas de riego por aspersión y las torres de los pozos de agua.
La cuantiosa inversión en cuanto a dinero, es evidente. Uno de los campos de cultivo cuenta con su propio camino de terracería en excelentes condiciones, que envidiaría cualquier ejido.
“Le han invertido bastante, tal vez más de un millón de dólares en la maquinaria para el desmonte, mano de obra, perforaciones y en el cultivo”, expresó uno de los miembros de la comitiva que recorrió el lugar.
Según el geólogo, que pidió el anonimato, no son válidas las cifras de recarga de los mantos acuíferos del valle que da la Comisión Nacional del Agua, para argumentar que no se afecta la reserva del vital líquido con la extracción que hacen los lecheros.
“Únicamente el 2 por ciento de lo que llueve se filtra al subsuelo, el 15 por ciento se escurre a diversos cauces y el 83 por ciento restante se evapora, por lo que la extracción es muy superior a la supuesta recarga”, dijo el experto.
Asimismo, dijo que podrían resultar equivocados los datos y cifras de recarga del valle que arrojó la investigación de la empresa Leser, a petición de la CNA.
Por su parte el cieneguense Ignacio Mendoza Castañón, parte de la comitiva, dijo no es justo que dos o tres empresarios de La Laguna se estén acabando el agua del pueblo de Cuatrociénegas.
“Se están acabando nuestra agua, se acabaron la del Valle de las Calaveras, ahora siguen con la del Hundido que nos repercute al 100 por ciento, y nos tienen fogoneados por dos lados, y si no los paramos convertirán a Cuatrociénegas en un pueblo fantasma porque no tendremos agua ni pa’ tomar”, expresó indignado el agricultor cieneguense.
Contrario a lo que afirman la CNA, Profepa o la Secretaría de Fomento Agropecuario del estado, los lugareños indicaron que en el Valle del Hundido se cultivan más de mil 800 hectáreas de alfalfa, pero que en realidad el agua existente sólo permitiría un cultivo de no más de 300 hectáreas, “cuando mucho”.
Los afectados expresaron que el desmonte y algunas de las perforaciones comenzaron hace cinco o seis meses, y que pese a que en un momento dado la CNA y la Profepa ordenaron que suspendieran la explotación del agua, no hicieron caso o sólo obedecieron por unos cuantos días”.
“Cuando mucho pararon una semana, y eso durante el día, porque en la noche continuaron bombeando el agua, ya que no los vigilan”, expresó una persona que dijo ser ingeniero agrónomo.
El geólogo dijo que al perforar de manera indiscriminada, están dañando el flujo de los mantos acuíferos, porque el material que usan para enjarre, como la bentonita, deja sellados los pozos y bloquean las corrientes subterráneas de agua.
BAJO EL NIVEL DE LAS POZAS
Asimismo, EL SIGLO pudo comprobar que efectivamente ha bajado el nivel del agua de las pozas, entre un metro y 1.20 metros.
El encargado de las palapas que hay en la reserva ecológica, y algunos campesinos del lugar, expresaron que en un mes aproximadamente ha disminuido el nivel del agua, dejando claras huellas de su nivel que tenía antes.
Las pozas, dejan ver sus orillas lodozas y otras secas, en la franja hasta donde llegaba el agua, y sus vasos parecen simples lagunas de lluvia, excepto por el cristalino azul de sus aguas. En ellas, por fortuna, todavía nadan sus peces y las tortugas que las han hecho famosas mundialmente.
Los lugareños, el acalde y el geólogo, insistieron en que la baja del nivel del agua y del caudal de sus manantiales de esta zona, se debe a la extracción del Valle del Hundido, a 60 kilómetros del lugar.
Se nota que el lugar esta descuidado por la basura existente, y que el excesivo turismo ha causado estragos.
Uno de los campesinos, aseguró que con la llegada de tanto turista desapareció un pez fosforecente, que brillaba de noche.
JAIME JACQUES: JUEZ Y PARTE
La gira de inspección y denuncia, concluyó con un mitin de protesta que aproximadamente 250 cieneguenses y campesinos de los municipios aledaños a Cuatrociénegas, llevaron a cabo afuera de la presidencia municipal para protestar contra las extracciones de agua de los lecheros laguneros, y para demandar a la Contraloría de la federación que investigue a Jaime Jacques, “por ser juez y parte”.
Uno de los oradores del mitin, dijo que el director nacional de la CNC actúa de manera doble, porque por un lado tolera a los lecheros laguneros porque trabajó para una de sus empresas, Lala, y por la otra, hace el papel de juez.
Dicho orador, solicitó levantar firmas para pedir la intervención de la Contraloría, “y que caiga quien caiga”, porque ya no se pueden seguir permitiendo las extracciones de agua en el Valle del Hundido.
Los manifestantes, luego de la intervención de varios oradores, acordaron formar un frente para la defensa del agua del Valle del Hundido, con la participación de ciudadanos de los municipios colindantes.
El alcalde de Ocampo, Jaime Musa Bernal, presente en la manifestación, dijo que las perforaciones del Valle de las Calaveras afectó también al municipio de Ocampo, pues luego de que comenzaron las extracciones en este lugar, también bajó el nivel de las norias y manantiales que abastecían de agua a las huertas nogaleras y parcelas, que había cerca de la cabecera municipal, las que murieron al secarse sus fuentes de agua.
“NO SE PUEDE NEGAR LA AFECTACIÓN”
En este mitin estuvo presente, al menos como testigo, la encargada de las pozas, Susana Moncada, quien no participó y sólo se limitó a observar.
Interrogada de pronto por EL SIGLO, se puso un poco nerviosa, pero reconoció que efectivamente hay una baja en el nivel del agua de la Poza de la Becerra, “aunque desconocemos la causa”.
Dijo que hace un mes el aforo de los manantiales que alimentan a las pozas, 800 litros por segundo y que ahora se registra en 600 litros por segundo.
“La amenaza de lo que existe en el Valle del Hundido (las perforaciones), es una amenaza para el Valle de Cuatrociénegas (donde están las pozas); eso no se puede negar”, expresó la encargada de la reserva ecológica.