MÉXICO, DF.- Con su boda en puerta programada para noviembre próximo, Gerardo Gómez de la Borbolla, actual prometido de la popular cantante mexicana Alejandra Guzmán, lleva ya un mes internado en un conocido centro de rehabilitación del estado mexicano de Mazatlán, con el propósito de superar su adicción a las drogas.
Luego de que en abril pasado Gerardo Gómez aceptara públicamente que consumía drogas de manera habitual, decidió recibir ayuda profesional con el propósito de llegar en el mejor estado de salud posible a su inminente boda con la Guzmán en noviembre próximo.
De acuerdo con información de un diario mexicano, el hermano de Gerardo, José Luis, confirmó la estancia de éste en el centro de rehabilitación.
"Estuvimos una semana con él en terapia familiar, ya está muy bien, más tranquilo y estable. No sé exactamente cuando vaya a salir, pero cuenta con todo nuestro apoyo, toda la familia estuvimos con él", declaró el hermano de Gerardo al periódico.
En un inicio, la boda entre Alejandra y Gerardo estaba programada para realizarse el pasado 24 de mayo, pero ésta se suspendió luego de que la cantante sufriera de un aborto.
Además de por la adicción a las drogas de su prometido, la Guzmán ha recibido varias críticas y advertencias, tanto de parte de su familia como del medio del espectáculo mexicano, respecto a su enlace matrimonial con Gerardo, a quien también se le ha involucrado en delitos de robo de autos y clonación de tarjetas de crédito.
Por lo pronto, Gerardo Gómez ya dio el primer paso para comenzar a limpiar su imagen al ingresar a una clínica de rehabilitación, cuyo tratamiento de 35 días tiene un costo de 140 mil pesos (alrededor de 14 mil dólares).
La rehabilitación incluye, además de la desintoxicación del paciente, actividades como ejercicios físicos, yoga, manualidades y talleres de lectura.
Confían en su rehabilitación
Si alguien decide someterse a un tratamiento de desintoxicación, lo más probable es que consiga recuperarse al 100 por ciento y que no reincida en el consumo de drogas o alcohol, aseguró el doctor Juan Antonio Portilla, director del Hospital San Martín de Porres y del Centro de Rehabilitación Alfaque.
"Lo más importante es que la persona quiera hacerlo, y si ya decidió tomar una terapia, sí es posible que se restablezca completamente.
"Nosotros lo primero que hacemos es desintoxicarlos en el hospital, los tenemos de cinco a ocho días, o hasta un mes si es necesario, valoramos su salud y vemos si están en condiciones para llevarlos a un lugar que se llama el Alfaque", señaló el médico.
En dicho sitio, ubicado en el estado de Guerrero, el paciente toma otro tipo de terapias y el éxito de éstas es tal, agrega Portilla, que el 80 por ciento de sus pacientes logra recuperarse completamente de sus adicciones.