“La esencia de toda vulgaridad radica en la falta de sensibilidad”. John Ruskin
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre ha sido siempre un personaje controvertido. El diputado local del PRI en el Distrito Federal y cabeza del “movimiento territorial” fue señalado por un artículo de un diario capitalino como responsable de contratar a 20 edecanes a quienes supuestamente se les solicitaban favores sexuales para obtener una mejor remuneración. Él ha negado la veracidad del artículo, el cual, sin embargo, parece estar bien sustentado.
Gutiérrez de la Torre es el heredero del “zar de la basura”. Su padre, Rafael Gutiérrez Moreno, fue líder de los pepenadotes del tiradero de Santa Catarina en el oriente de la ciudad de México. Ese negocio, el más miserable de todos, le generó una enorme fortuna, porque para acudir a los tiraderos a escoger la basura y vender la que tenga algún valor se necesita el visto bueno del líder.
Gutiérrez Moreno acumuló una gran fortuna con la pepena y gracias al control que mantenía sobre los pepenadores de la zona fue dos veces diputado por el PRI en el distrito 26 de Iztapalapa. Martha Alicia García, una de sus numerosas amantes, lo mandó matar en 1987. El liderazgo de los pepenadores lo asumió entonces la esposa de Gutiérrez Moreno, Guillermina de la Torre, con el apoyo de su entonces joven hijo Cuauhtémoc.
Guillermina de la Torre y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre han venido asumiendo un papel cada vez más importante en el PRI capitalino. Curiosamente, su importancia se ha vuelto mayor en los últimos años en que el PRI ha sido desplazado por el PRD como el principal partido de la capital del país. La razón es que, a falta de dinero de las fuentes tradicionales del partido, la familia ha aprovechado los recursos que tiene para apoyar a distintos políticos del PRI en la capital.
La fuerza con la que cuenta la familia se manifiesta ahora en las distintas candidaturas del PRI a cargos de elección popular. El propio Cuauhtémoc Gutiérrez, quien es asambleísta plurinominal, no podía, por las nuevas reglas internas del partido, ser candidato a un nuevo cargo plurinominal. Su madre, Guillermina de la Torre, es, sin embargo, candidata a jefa delegacional en Iztapalapa. Su hermana, e hija de doña Guillermina, Norma Gutiérrez de la Torre, está en la lista plurinominal del Distrito Federal y también lo está una persona a la que se conoce simplemente como Eduardo “El Cepillo”, cuyo mérito es político haber sido chofer y asistente personal de Cuauhtémoc Gutiérrez.
Más importante para la sociedad es el hecho de que la organización que controlan Cuauhtémoc Gutiérrez y su madre han sido cruciales en detener los esfuerzos por establecer un sistema más moderno de procesamiento de la basura. El sistema de pepenadores es altamente ineficiente y contaminante. La ciudad de México podría establecer sistemas más automatizados y mucho menos contaminantes, para el procesamiento de basura, pero esto atentaría contra el negocio de la pepena.
Mucho se ha especulado si las edecanes presuntamente contratadas para darle servicio en lo privado y en lo público a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre eran pagadas por el PRI y, por lo tanto, por los contribuyentes. Quienes conocen la actual situación financiera del PRI en el Distrito Federal y la manera de operar de Gutiérrez de la Torre me dicen, sin embargo, que esto es altamente improbable. El PRI capitalino difícilmente cuenta con recursos para llevar a cabo sus actividades más esenciales como partido. Gutiérrez de la Torre, en cambio, posee una enorme pero incuantificada fortuna personal que ha utilizado en el pasado con gran generosidad -o dispendio- para financiar sus actividades políticas y las de sus aliados. Difícilmente buscaría Gutiérrez de la Torre endosarle al PRI una nómina de 160 mil ó 200 mil pesos al mes en edecanes con el consiguiente riesgo de una auditoría de las autoridades electorales.
Lo que haga el señor Gutiérrez de la Torre con su propio dinero debería ser asunto sólo de su incumbencia, siempre y cuando no quebrante ninguna ley. Pero la gran pregunta es por qué la sociedad ha permitido que subsista un sistema de pepena de la basura que no resulta el más adecuado, por razones ecológicas, para la sociedad simplemente para que se mantenga el enriquecimiento desproporcionado de los grupos que controlan el negocio de la basura.
Política local
Dicen que toda política es local y este domingo lo comprobaron los españoles. A pesar de la impopularidad del apoyo a la guerra de Iraq por el presidente José María Aznar, su Partido Popular apenas bajó su voto en las elecciones y mantuvo, pese a lo que decían las encuestas, un empate nacional con el Partido Socialista.
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